El lunes, los medios difundieron en sus webs que Mariano Rajoy proponía a Ana Pastor como presidenta del Congreso. Algunos, como este diario, incluían que Ciudadanos había vetado a Fernández Díaz y Cospedal, aunque en otros se añadió a la lista de proscritos el de José Manuel García Margallo Margallo.

En la noche de ese lunes, Albert Rivera envió un mensaje al ministro de Exteriores en funciones, que entró en el móvil de este de madrugada. Rivera le aclaraba que jamás se había opuesto a su designación para la presidencia del Congreso. Que de hecho lo había propuesto y que se trataba de un error. Según el relato que después haría García Margallo, le agradeció su «nobleza» y le añadió que él jamás había optado a ese cargo.

Una cámara captó cómo Margallo, ya el martes, no pudo dejar de exhibir el mensaje ante Ana Pastor, Isabel García Tejerina y Soyara Sáenz de Santamaría, con quien se comenta que también está muy distanciado. En las imágenes se ve que antes de mostrarle el texto le decía «al fin y al cabo, si tenemos que convivir…» para, una vez que se lo había enseñado, espetar: «No sé quién ha intoxicado». La vicepresidenta se limitó a responder un «Ay, Dios mío…».

Mientras, Ciudadanos insiste en que Mariano Rajoy debe «animarse» a dar el paso y presentarse a la investidura. El secretario general del grupo parlamentario naranja, Miguel Gutiérrez, dijo ayer que si el líder del PP «quiere ser presidente debe dar este paso» y añadió: «Si no lo da significará que no quiere ser presidente».

Gutiérrez auguró que esta semana será «capital» para «desatascar» el país y llamó tanto al PP como al PSOE a hacer un ejercicio de «altura de miras» y «sentido de Estado». Según el dirigente de C’s, si Rajoy y el líder socialista, Pedro Sánchez, «siguen dándose la espalda», no habrá manera de desbloquear la situación y «se irá a unas nuevas elecciones». «España no se puede permitir esto ni interna ni externamente», advirtió. H