Con pantalones tejanos y zapatillas deportivas, él, y camisa y pantalón blanco, ella, Mariano Rajoy y Angela Merkel iniciaron ayer, entre eucaliptos, una caminata de unos 6,5 kilómetros en la recta final del camino de Santiago. La foto del paseo de ambos líderes, en la misma patria chica del presidente español, constituye un valiosísimo regalo de la cancillera, que premia el apoyo que encuentra en Mariano Rajoy ahora que las otras potencias del euro --Francia e Italia-- cuestionan la política de austeridad que dicta la hegemonía germana en la Unión Europea.

La economía española anotó el mayor crecimiento en el segundo trimestre dentro de la zona euro, y ese es el argumento que le sirve a Alemania para defender que la austeridad acaba dando frutos, a pesar de la elevada tasa de paro. La caminata de ayer fue el primer acto informal del encuentro bilateral de ambos líderes y fue seguida de una cena en un céntrico restaurante de Santiago de Compostela que incluye entre sus especialidades el chuletón de ternera gallega, mariscos y pescados. La cumbre continúa hoy con una reunión de trabajo, una rueda de prensa conjunta y una visita a la catedral compostelana.

REPARTO DE CARGOS Todo ello debe servir para preparar el Consejo Europeo del 30 de agosto en el que se abordará el reparto de cargos en instituciones europeas. Rajoy busca el apoyo explícito de Merkel para situar al ministro español de Economía, Luis de Guindos, en la presidencia del Eurogrupo y al eurodiputado Miguel Arias Cañete en una comisaría importante del nuevo Ejecutivo comunitario. La cancillera aterrizó a las 17.30 horas en el aeropuerto de Lavacolla, donde fue recibida por el presidente Rajoy, así como por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el delegado del Gobierno central, Samuel Juárez.

Tras el saludo inicial, ambos dignatarios se desplazaron a Pedrouzo, en el concello de O Pino, donde, según los medios locales, pasó consulta el abuelo materno de Rajoy, el médico Manuel Brey. A partir de ahí iniciaron la caminata a través de bosques de eucaliptos y maizales a la que no fueron invitados los redactores de los medios de comunicación. Fotógrafos y cámaras de televisión acreditados fueron ubicados en tres puntos del trayecto desde donde se pudieron tomar imágenes al paso de los líderes. Solo aparecen acompañados por dos traductoras que a duras penas logran seguir el ritmo de la marcha.

Poco menos de una hora emplearon ambos mandatarios en culminar un trayecto de casi seis kilómetros con una fuerte pendiente en su tramo final. La ausencia de un acompañamiento continuado de los medios hizo imposible acallar las malévolas sospechas de más de un taxista o camarero. "Habrán recibido alguna ayudita", comentó con sorna gallega una camarera.

Las imágenes captadas por las cámaras de televisión muestran cómo ambos líderes caminan a buen paso, braceando, al tiempo que charlan, aunque casi siempre es Mariano Rajoy quien aparece hablando y gesticulando.

Fuentes de La Moncloa explicaron que durante la marcha no se habló de temas de trabajo y que el presidente, sobre todo, habló de la historia del Camino de Santiago. Los alemanes constituyen el segundo grupo extranjero que más visita Compostela (unos 100.000 alemanes en 10 años) y Rajoy aprovechó el dato para subrayar la importancia del turismo cultural en España, más allá del tópico de sol y playa. Merkel, según estas mismas fuentes, se mostró sorprendida por "la variedad del paisaje".