Tras la tensión vivida en el cara a cara del lunes, ayer los candidatos del PP y PSOE, Mariano Rajoy, y Pedro Sánchez, respectivamente, volvieron a reencontrarse. Ocurrió en el funeral de Estado oficiado por los dos agentes fallecidos en el atentado talibán en la embajada de Kabul. Y tan solo se intercambiaron un frío apretón de manos que vislumbró, sin la menor duda, la intensidad vivida por ambos en la cita del lunes por la noche. Y eso que el moderador, Manuel Campo Vidal, aseguró ayer a Efe que ambos se despidieron "correctamente" antes de abandonar el plató, y que "la tensión terminó justo en aquel momento".

El presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión (ATV) salió ayer al paso de las críticas recibidas sobre su labor como moderador del debate (porque su presencia fue meramente testimonial, además de enumerar fallos técnicos y de producción). Campo Vidal, para quien estas críticas "forman parte del juego, sin más", confesó ayer que estaba "agotado físicamente" tanto por el cara a cara como por la "tensión" de los días previos.