Maestros

La cortesía es un valor

Es un comportamiento de las personas que son educadas y tienen buenas costumbres

La cortesía es un valor.

La cortesía es un valor. / Archivo / Córdoba

Isabel Agüera

Isabel Agüera

Abuela, dice mi maestra que tenemos que ser corteses y yo creo que se ha equivocado» –me decía mi nieto Ramón que ya va para cuarto curso de Educación Primaria-. «¿Cómo es eso de que se ha equivocado? ¡Claro que hay que ser corteses!». «Pero, abuela –añadió-, será cortezas y no veo cómo vamos a ser cortezas si no somos árboles...». Como otras tantas veces por cosas parecidas, me hizo gracia al tiempo que me provocaba sentimientos de ternura y algo de indignación al comprobar cómo los maestros y los padres seguimos sin enterarnos que no se puede dar por sabida una palabra sin antes haberla explicado bien. «Voy a intentarlo a ver si te enteras sin complicaciones ni confusiones» - le dije-.

La cortesía es un comportamiento de las personas que son educadas y tienen buenas costumbres. Pues todo eso se traduce, en práctica, cuando llegan las ocasiones, y a ésa es a lo que llamamos cortesía. Un poeta, que se llama Amado Nervo dice: «La cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar, aún aquellos que nada poseen en el mundo». Otro famoso autor dice: «La educación y la cortesía abren todas las puertas».

«¿Te das cuenta de lo que deseaba deciros la maestra? Ahora soy yo la que te lo cuento y te digo como ser cortés para que lo entiendas mejor y seas, no corteza de árbol, -palabra de sonido parecido-, sino cortés, ya, a pesar de tus pocos años. Hay palabras convertidas ya en habituales para ciertas ocasiones y que vamos a llamar fórmulas de cortesía. Veamos, son pequeñas frases hechas usadas muy a menudo: «por favor, gracias». «Para ti, que eres pequeño, sería de gran cortesía que te acostumbraras a saludar, cuando llegas a un lugar donde hay personas, aunque no las conozcas. Basta con decir, «hola», al llegar, y «hasta luego», al irte. A todo esto llamamos cortesía y es un gran valor. ¿Entendido?». Y así completé la cortés charla con mi nieto.

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