La Formación Profesional sigue su camino al alza como opción educativa orientada al aprendizaje socio-laboral para/y en el trabajo, y que a su vez busca tanto la adquisición y mejora de las cualificaciones del alumnado como la recualificación de los trabajadores. En este sentido, y con el objetivo de adecuar el sistema educativo a las necesidades del tejido productivo, la Consejería de Educación ofertaba a principios de este curso en nuestra provincia ocho cursos de especialización con un total de 160 puestos escolares. Estos post grados están vinculados con familias profesionales de alta demanda y un elevado índice de empleabilidad. Ejemplo de ello lo encontramos en el IES La Fuensanta donde, por segundo año consecutivo, se está llevando a cabo el Curso de Especialización en Cultivos Celulares. Tal y como explica el responsable de dichos estudios, Diego Cardador, jefe de estudios de tarde de dicho centro, la creación de este título «nace de la creciente demanda de personal cualificado, en este ámbito, que existe en el sector de la biotecnología y la biomedicina, dos disciplinas que se encuentran en auge en la actualidad en nuestra sociedad».

Estas ramas de la ciencia se centran en aspectos tan relevantes como el desarrollo de vacunas, la fabricación de tejidos para realizar trasplantes y el estudio de las células madre, entre otras muchas aplicaciones. Los cultivos celulares son «sin duda una herramienta fundamental en la medicina y la investigación para permitir que la ciencia siga haciendo frente a patologías y otras necesidades del ser humano», asegura el docente. Cabe destacar que el perfil del alumnado que cursa estos estudios va muy asociado a los requisitos de acceso, ya que se requiere un título de técnico superior para poder realizarse. En concreto, se debe ser técnico de Laboratorio de Análisis y de Control de Calidad, de Fabricación de Productos Farmacéuticos, Biotecnológicos y Afines, técnico en Laboratorio Clínico y Biomédico o técnico en Anatomía patológica y Citodiagnóstico. «Podríamos decir que es una alternativa para aquel alumnado, que tras terminar el ciclo formativo, quiere mejorar su currículum para acceder a mayores posibilidades dentro del entorno laboral, sin la necesidad de acceder a la Universidad y realizar otros estudios cuya duración es mayor». También es reseñable que el curso consta de una gran cantidad de horas de prácticas que hace que el alumnado salga «muy cualificado para desarrollar trabajos procedimentales», añade Cardador. Por todo ello, las dos promociones que hasta ahora han salido cuentan con un índice aceptable de inserción laboral, siendo esto muy satisfactorio para la empresa y para el alumnado el cual es capaz de afrontar con soltura el reto de trabajar en un sector tan especializado. El curso cuenta con una duración de 600 horas en horario de tarde. La duración es menor que un curso completo de cualquier ciclo formativo, pero con las horas suficientes para impartir diversas asignaturas.

La parte de horas de prácticas es fundamental en la especialización

Como toda enseñanza práctica, este curso de especialización también cuenta de la formación en los centros de trabajo. Para poner en contacto al alumnado con la empresa, la tutora de este curso, Gema Sicilia, junto con otros docentes, llevan a cabo una minuciosa selección de ambas partes para adecuar las características del alumno a los requisitos de las empresas públicas y privadas en las que realizarán sus prácticas entre las que destaca el Biobanco de Granada, el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC) o el Hospital Universitario Reina Sofía. La puesta en marcha de este curso supuso la especialización del profesorado el cual asistió en plena pandemia a cursos de formación llevados a cabo por la Consejería de Educación, físicamente en Granada y de forma online. El nivel de especialización requiere una base adecuada para los especialistas que lo imparten y una continua actualización en el modus operandi de empresas del sector biomédico y biotecnológico.