El Aula de Debate de la UCO, en su afán por analizar la realidad que nos circunda y fomentar el debate de los problemas más candentes y las cuestiones más importantes de nuestro tiempo, organizó junto con el IES Góngora de Córdoba y el IES Lucas Mallada de Huesca el primer Torneo virtual navideño de debate escolar. Este evento se celebró virtualmente por videoconferencia y concitó la participación de dos equipos, uno de cada centro. El tema del debate que se planteó fue: ¿Es un organismo de control de noticias falsas el mejor método para evitar su difusión?.

«En este tiempo de noticias falsas y posverdad, asistir a este tipo de eventos donde se discuten ideas con argumentos y razonamientos es más oportuno y necesario que nunca», apunta Salud Clavero, coordinadora del equipo de debate en el IES Góngora.

Formando a participantes

El Aula de Debate de la Universidad de Córdoba, fundada en 2012, lleva más de un lustro formando a estudiantes de secundaria y bachillerato de Córdoba y provincia y, asimismo, ha colaborado activamente en la creación de estructuras similares en Almería, Granada y Málaga.

Esta estructura administrativa se ocupa de fomentar la expresión oral y el pensamiento crítico en estudiantes de secundaria y bachillerato. La colaboración en otras comunidades autónomas y la apuesta de los respectivos claustros de profesores han permitido poner en marcha este tipo de actividades que permiten sortear la distancia que media entre Córdoba y Huesca a través de los mecanismos que ofrece la red.

«Los jóvenes debatientes ven mejoradas su capacidad crítica, su razonamiento, su capacidad lógica, así como la expresión oral y el trabajo en equipo» apunta la coordinadora cordobesa. Los equipos de cada centro están formados por un máximo de 5 miembros y 4 de ellos intervienen en diferentes turnos durante el debate.

El debate, como actividad académica, ya se utilizaba en la antigua Grecia en el siglo 5 a. C. «En los últimos años se ha visto cómo sus virtudes la convierte en una actividad formativa de primer nivel» concluye Clavero.