Enrique García obtuvo su plaza como profesor en 2008. Durante nueve años ha impartido clase en Lucena, en el IES Clara Campoamor y en el IES Marqués de Comares. Actualmente trabaja en el Instituto Provincial de Educación Permanente en Córdoba. Es el autor del libro Historias de nuestra noble lengua.

-¿Qué vamos a encontrar en su nuevo libro?

-Historias de nuestra noble lengua es una oda al español, un homenaje a una lengua hablada por más de 570 millones de personas. A través de sus páginas he querido explorar la rica historia de nuestra lengua, presentar su situación actual en el mundo y, al mismo tiempo, salpicar los 65 capítulos con curiosidades sobre el español, anécdotas y referencias a los grandes personajes que han hecho de nuestro idioma lo que es.

-¿Es este libro una alternativa al tradicional manual de Lengua?

-Este libro es un aperitivo, un gancho para acercarse al tesoro inigualable que es nuestra lengua. Hay manuales muy buenos. Historias de nuestra noble lengua no pretende sustituirlos, sino complementarlos. El libro es, si se me permite, una invitación a amar el español y a cuidarlo como se merece.

-¿Lo ha probado en clase?

-Sí. De hecho fueron mis alumnos los que me animaron a escribirlo. Durante años he compartido con ellos decenas de anécdotas y noticias relacionadas con el español. Ahora deseo compartirlo con todo el que quiera, y para asegurarme de ello he enviado un ejemplar a cada instituto de la provincia de Córdoba. Son más de 90 mensajes de amor con forma de libro: amor al español.

-¿Son conscientes sus alumnos de lo vivo que está el idioma?

-Las lenguas solo viven si las mantienen vivas sus hablantes. El español es la segunda lengua del mundo por número de hablantes que la tienen como lengua materna, después del chino mandarín. Es la segunda lengua más estudiada después del inglés y una de las que está experimentando mayor crecimiento. Es una lengua con una vitalidad extraordinaria, una lengua global extendida por todo el mundo, y sin embargo en España a veces parece que lo olvidamos. Si los más pequeños crecen sin conocer el valor del español, serán incapaces de transmitirlo cuando sean ellos los que tengan que educar a las próximas generaciones. El mayor tesoro de nuestro patrimonio es nuestra lengua, y es nuestra responsabilidad que perviva.

-En su opinión, ¿cuál es la mejor metodología de trabajo para las clases de Lengua?

-Creo que las clases de Lengua deben enseñar algo que va incluso más allá de la Lengua: la comunicación. La materia debe enseñar gramática y ortografía, claro, pero no como fines en sí mismos, sino como instrumentos para que el estudiante sea capaz de comprender el mundo en el que vive y asimile la información recibida con espíritu crítico.