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el juego en el ámbito escolar

El ajedrez se instala en las aulas como herramienta pedagógica

Azuaga, miembro del equipo de coordinación, anima al profesorado a crear dinámicas de interés. Educación impulsa el programa ‘AulaDJaque’ y lo pone a disposición de los centros educativos

El ajedrez se instala en las aulas como herramienta pedagógica

El ajedrez educativo llega a las aulas y lo hace de la mano del programa denominado AulaDjaque, una iniciativa impulsada por la Consejería de Educación que tiene como finalidad dar a conocer los beneficios de la práctica y enseñanza del ajedrez en el ámbito educativo. Los centros interesados en llevar a cabo esta actividad pueden inscribirse hasta el próximo 30 de septiembre a través de la plataforma Séneca.

El juego del ajedrez en el aula se podrá utilizar como materia interdisciplinar y conectar así con conceptos matemáticos básicos o aprendizajes lingüísticos, entre otros.

En entrevista a Manuel Azuaga, miembro del equipo de coordinación del programa AulaDjaque, indica que «quizá lo más interesante sea su utilidad transversal. El ajedrez te permite abordar el respeto a las reglas, la igualdad de género o incluso la prevención del acoso escolar».

Además, destaca que desde el punto de vista emocional, «el ajedrez te enseña a ser responsable de tus actos, a pensar antes de actuar o a valorar las debilidades y fortalezas de cada posición», de manera que esta herramienta también supone un valor añadido para conocer al alumnado. «En edades tempranas se puede captar muy bien cómo es un chico si observamos con atención su forma de jugar y cómo se comporta en el tablero. Porque si eres tímido, o estás preocupado, no querrás sacar tus piezas hacia delante, y jugarás con miedo. En cambio, si estás seguro de ti mismo jugarás con confianza, a veces, demasiada, y querrás dar jaque mate cuanto antes. Lo bueno es que el ajedrez te puede ayudar a ganar confianza y a encontrar un cierto equilibrio», afirma.

Sobre los beneficios del ajedrez en las aulas, Manuel Azuaga advierte de que «no podemos pensar que solo porque los alumnos se pongan delante de unas piezas conseguiremos, milagrosamente, que aumente su atención, la memoria o un tipo de pensamiento estratégico que es propio e inherente al juego del ajedrez. Pero sí que existen metodologías y didácticas ajedrecísticas que, mediante enfoques transversales o interdisciplinares, pueden ayudar al alumnado en todo lo anterior y favorecer el desarrollo de muchas otras destrezas». Así, también tranquiliza al profesorado, que ve al ajedrez como un desafío. «Se suele pensar que el ajedrez es difícil y, por tanto, la primera reacción del profesorado suele ser la de guardar cierta distancia. La gran diferencia es que aquí estamos hablando de ajedrez educativo, no competitivo. Y basta con saber algunas reglas básicas para poder crear dinámicas muy interesantes desde el punto de vista pedagógico.

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