La Delegación de Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con el Instituto Andaluz de la Juventud, la Delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, y el CEP de Córdoba Luisa Revuelta trabajan, desde hace casi 9 años, para la organización de actividades formativas y de concienciación, encaminadas a la creación de una Red Provincial de Mediación y Alumnado Ayudante. Actualmente, la red cuenta con casi 50 centros de educación Primaria y Secundaria en la provincia de Córdoba, y con cerca de 900 estudiantes que llevan a cabo el papel de alumnado mediador y ayudante, con el fin de mejorar la convivencia en los centros y prevenir el acoso escolar.

Una de las misiones del alumnado mediador es la detección de posibles casos de acoso escolar y, más de actualidad, los casos de ciberacoso. Para ello, los alumnos reciben formación para poder ayudar a sus compañeros, asesorados siempre por el profesorado y, en muchos casos, por familiares que están dentro de la comisión de convivencia. El resultado en los centros se viene notando considerablemente, ya que "los alumnos confían más en sus iguales que en el profesorado", según declara Manuel Lucena, asesor del CEP de Córdoba, responsable del área de educación Primaria, y profesor en la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba. A esto, hay que añadir que el profesorado no tiene acceso, por ejemplo, a los grupos de Whatsapp de los alumnos, que es donde se concentran la mayoría de los casos de acoso entre iguales, por ello la importancia del papel de estos alumnos mediadores.

Los estudiantes que forman parte de esta red de mediación presentan un perfil de "conciencia social y trabajo por los demás muy fuerte", asegura Lucena, a lo que añade que es muy importante, para el éxito de estas actuaciones, el esfuerzo del profesorado y toda la comunidad educativa de los centros. Además, todo aquel que ha sido alumnado mediador destaca los beneficios a nivel personal que esta intervención le ha proporcionado. Son personas muy "potentes a nivel de transformación de la sociedad", asegura Manuel Lucena, que añade que la implantación de esta red en los centros de educación Primaria ha supuesto un avance con respecto a la prevención de casos de acoso escolar.

Los alumnos que se presentan voluntarios para esta labor de ayuda y mediación, reciben formación de los compañeros que ya forman parte de la red, con el fin de poder recibir la información por parte de otros alumnos que les transmiten su experiencia de primera mano.

Paralelamente, es muy importante la formación de los docentes, y es aquí donde los centros de profesorado de la provincia deben procurar aportar las estrategias y los recursos necesarios para la puesta en práctica de un programa efectivo en la prevención del ciberacoso. En este sentido, se está llevando a cabo una actividad, basada en el programa europeo Tabby, con el fin de formar al profesorado que imparte docencia con alumnado de 10 a 16 años, para que concozca el ciberacoso.

El programa europeo Tabby, que ha demostrado que su aplicación reduce la participación como víctima y agresor de acoso y ciberacoso, aborda los retos negativos a los que se enfrentan docentes, orientadores, inspectores, equipos directivos, padres y estudiantes, relativos al uso que hacen los jóvenes de las tecnologías de la información y la comunicación (Internet, teléfonos móviles y otros dispositivos), abordando principalmente el ciberacoso.