"La picaresca en las aulas prolifera de la mano de los avances tecnológicos", afirma Francisco Canals, director de la Agencia para la Picaresca. El uso generalizado de Internet, el bluetooth o los Smartphones facilita la proliferación de las conductas académicas deshonestas. Se trata de un fenómeno creciente que causa preocupación en escuelas, universidades y protagonistas del escenario educativo. Estas prácticas, son, además, difíciles de detectar debido al anonimato preponderante en Internet y a la discrección con la que se llevan a cabo en aulas de todo el territorio. Estos nuevos alumnos visten guante virtual y van provistos de una tecnología propia de su entorno y época.

El director de La Agencia para la Picaresca denuncia la existencia de fábricas de trabajos académicos, sitios web donde es posible comprar una tesina, proyecto o trabajo de final de carrera. Las fábricas de diplomas constituyen otro preocupante fraude. Estos sitios web venden titulaciones universitarias por precios que no superan los 200 o 300 euros. Venden a la carta títulos de arquitecto, abogado, ingeniero o cualquier otra disciplina como si de un supermercado se tratara.