POLÍTICA MONETARIA

El BCE eleva los tipos en otros 0,25 puntos pero sugiere que podría ser la última subida

La decisión de Lagarde confirma su intención de reconducir la inflación hasta el 2%

El BCE sube los tipos al 4,50%

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Pablo Allendesalazar

Una de cal y otra de arena: nueva subida, pero posiblemente la última. La lucha contra la inflación se ha impuesto al temor a la recesión y el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves elevar los tipos de interés en otros 0,25 puntos porcentuales. Se trata de la décima alza consecutiva desde julio del año pasado, en el que es el ciclo de incrementos del precio del dinero en la zona euro más rápido y abrupto desde su creación en 1999. Así, el tipo principal se sitúa ya en el 4,5% (el nivel más alto desde mayo de 2001), mientras que la facilidad de depósito (el interés con que el banco central remunera el dinero que guarda a los bancos, el más relevante en el actual contexto) alcanza un máximo histórico del 4%.

A cambio, el banco central ha dado señal de que podría ser la última subida: "Sobre la base de su evaluación actual, el consejo de gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial al pronto retorno de la inflación al objetivo. Las decisiones futuras del consejo de gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales del BCE se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario. El consejo de gobierno continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados". 

En esta línea, su presidenta, Christine Lagarde, no ha querido dar por seguro que no se producirán más incrementos del precio del dinero: "¿Está la puerta abierta o cerrada (a nuevas subidas)? Hay una hermosa obra de teatro de (Octave) Mirbeau en la que se dice que una puerta solo puede estar cerrada o abierta, pero eso es teatro". La alta funcionara francesa, así, ha subrayado que el BCE considera suficiente el nivel al que ha elevado los tipos, pero en función de su análisis sobre la situación actual. Es decir, que si dicho análisis cambia, podría variar también el precio del dinero.

Pico y pausa

"No estamos diciendo que estemos ahora en el pico (de la subida de tipos)", ha proclamado Lagarde. Con todo, ha admitido ser consciente de que el foco del mercado se va mover ahora de las elucubraciones sobre la posibilidad de que se produzcan nuevas alzas a las especulaciones sobre cuánto tiempo estarán en el nivel actual. De hecho, ha querido negar expresamente que el consejo de gobierno haya comenzado a discutir el periodo en que será necesario mantener los tipos, al tiempo que ha negado que se haya siquiera hablado de la posibilidad de bajarlos más adelante (algunos analistas ven posible un recorte en la segunda mitad de 2024).

Además, Lagarde ha desvelado que la decisión de subir los tipos este jueves ni siquiera ha sido unánime. "Algunos gobernadores hubieran preferido hacer una pausa y reservar las decisiones futuras a un momento en que haya más certezas como resultado del paso del tiempo. Pero ha habido una sólida mayoría de gobernadores que estuvieron de acuerdo con la decisión aprobada", ha explicado.

La postura finalmente adoptada, así, tiene cierto aire de posición salomónica, aunque ligeramente desequilibrada en favor los consejeros partidarios de una política monetaria más estricta ('halcones') frente a aquellos más preocupados por el impacto en la economía ('palomas'). El consejo de gobierno de este jueves, de hecho, era especialmente relevante porque por primera vez en 18 meses el BCE no había dado una indicación clara sobre qué fuera a subir los tipos en este encuentro.

Alta inflación y menos crecimiento

El banco central ha basado sus decisiones de este jueves en la actualización de sus previsiones macroeconómicas. Ahora augura una subida media anual del IPC del 5,6% en 2023, 3,2% en 2024 y 2,1% en 2025, frente al 5,4%, 3% y 2,2% que calculó en junio. La revisión al alza de este año y el próximo refleja principalmente que la energía se está encareciendo más de lo esperado. En cuanto a la subyacente, la ha revisado ligeramente a la baja, al 5,1% en 2023, 2,9% en 2024 y 2,2 % en 2025, frente al 5,1%, 3% y 2,3% anterior. Que la previsión para 2025 siga estando por encima del objetivo del BCE (2% a medio plazo) explica que la nueva subida de tipos, según ha justificado Lagarde.

Respecto al PIB, el banco central ahora espera un crecimiento del 0,7% en 2023, 1% en 2024 y un 1,5% en 2025, frente al 0,9%, 1,5% y 1,6% anterior. Una revisión a la baja "significativa" que el BCE explica por el "impacto creciente" del endurecimiento de la política monetaria sobre la demanda interna, así como por el debilitamiento del comercio internacional. De hecho, sus previsiones contemplan ahora un pequeño incremento del paro (del 6,5% de este año al 6,7% en 2025), cuando en junio todavía esperaba una bajada (del 6,5% al 6,3%). "Las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose con fuerza. Las condiciones de financiación han vuelto a endurecerse y están frenando cada vez más la demanda, lo que es un factor importante para que la inflación vuelva al objetivo", ha argumentado. 

En concreto, el BCE prevé que la economía de la zona euro esté estancada en el tercer trimestre y apenas crezca un 0,1% en el cuarto, para después comenzar a recuperarse. Un escenario de atonía de la actividad auspiciado por la política monetaria que bordea la contracción. "No queremos forzar una recesión, queremos estabilidad de precios para la gente, que se está llevando la peor parte de la inflación, predominantemente aquellos que no son los más privilegiados", ha defendido Lagarde.

Calviño confía en que sea la última subida

La vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, ha expresado su confianza en que esta sea la última subida dentro del ciclo de incrementos de tipos de interés que emprendió el BCE en julio de 2022, informa Rosa María Sánchez. "Confío en que esta subida ponga fin al rápido incremento de los tipos de interés que hemos vivido en el último año", ha dicho Calviño después de clausurar en Santiago de Compostela el evento 'Diálogos con el sector bancario por el progreso económico y social', organizado por las patronales bancarias AEB, CECA y Unacc en colaboración con la Presidencia española de la UE. La vicepresidenta Calviño se ha mostrado comprensiva con las dificultades del BCE a la hora de articular una política monetaria que debe ser encajada por los diferentes países del euro, con situaciones muy distintas en cuanto a crecimiento económico e inflación, y ha expresado su satisfacción por la "posición de relativa ventaja" de la economía española, con mayor crecimiento y con la menor tasa de inflación de la zona euro.