CRISIS ENERGÉTICA

Tensión entre patronales energéticas y Gobierno por la gran reforma del mercado eléctrico

Una decena de organizaciones empresariales se posicionan contra las principales propuestas del Ejecutivo un día después de reunirse en una cumbre de trabajo sobre el diseño del mercado.

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. / EFE

David Page

La Comisión Europea prepara una reforma del mercado eléctrico para acabar con la volatilidad vivida durante la crisis energética e impulsar la transición hacia la descarbonización del sector. Y todas las partes implicadas, de gobiernos a las propias compañías energéticas, toman posiciones para meter presión antes de la Bruselas haga pública su propuesta a mediados de marzo.

El Gobierno español se adelantó a todos y fue el primero en remitir a la Comisión Europea una propuesta completa de por dónde debe ir esa gran reforma del mercado. Un modelo diseñado por el Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la vicepresidenta Teresa Ribera, que por fragmentar el mercado actual por tecnologías e imponer contratos y precios fijos a largo plazo para nucleares, hidroeléctricas y renovables.

Una decena de patronales energéticas, capitaneadas por la de las grandes eléctricas Aelec, han suscrito un documento conjunto en que, sin mencionar explícitamente la propuesta del Gobierno español, se rechazan las principales medidas contempladas con el plan gubernamental. Un documento con el texto en inglés, que ha circulado por Bruselas, y que se hizo público este jueves, tan sólo 24 horas después de la cumbre de trabajo a la que el Ministerio para la Transición Ecológica convocó a esas mismas patronales para abordar la reforma del mercado eléctrico.

El Ejecutivo español ha propuesto mantener en el actual mercado diario e intradiario la electricidad producida por las centrales de gas y de carbón, que cobrarían una compensación (pagos por capacidad) por estar disponibles en picos de demanda. Las renovables, las nucleares y la hidráulica pasarían a tener un precio fijo durante años mediante contratos con el sistema eléctrico. El precio que cobrarían las renovables se establecería por un sistema similar a las actuales subastas del Gobierno, mientras que el de nucleares e hidroeléctrica sería un precio fijado por el regulador.

En el documento suscrito por las patronales energéticas se critica de manera general la posibilidad de que el futuro mercado eléctrico se base en contratos a largo plazo que puedan ser “impuestos” por los gobiernos y defendió que en todo caso las compañías, tanto las productoras de la electricidad como las que la consumen, los han de firmar "libremente"

“Un modelo de mercado eléctrico basado en compras centralizadas de la mayor parte de la energía inframarginal (renovables, nuclear e hidráulica) con contratos de energía a precio fijo, que podrían ser impuestas por los Estados miembros unilateralmente, podrían afectar al mercado y actividades de comercialización, fragmentando el mercado interno y desincentivando el desarrollo de la flexibilidad en el sistema”, se indica en el texto. Y desde las energéticas se reclama, en sentido contrario a la propuesta de la vicepresidenta Ribera, “garantizar que todos los agentes puedan elegir libremente y sin limitaciones ni obligaciones entre invertir bajo esquemas de apoyo CfDs [contrato por diferencias, a precio fijo] o vender al mercado”.

Originalmente en el documento aparecían los logotipos de la patronal de las eléctricas Aelec (que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP), de varias organización de renovables como Appa, AEE o UNEF; la de productores independientes Aprie; la de representantes del mercado Armie; la asociación del vehículo eléctrico Aedive; la de fabricantes de equipos eléctricos Afbel; la de compañías de baterías Aepibal; la de agentes y servicios energéticos Entra; así como la patronal eléctrica portuguesa Elecpor.

Después de trascender el contenido del documento, la asociación fotovoltaica UNEF decidió retirarse y varias de las patronales (Aedive, AEE, Aepibal, Afbel, APPA Renovables y Aprie) subrayaron en una nota pública posterior que el texto “en modo alguno, se enfoca a criticar explícitamente ninguna propuesta nacional elaborada por un Estado miembro” y que sólo busca “aportar, de forma constructiva, criterios técnicos y económicos que deben garantizar el buen funcionamiento futuro de los mercados”.