La revolución tecnológica que ha arrancado, con la inteligencia artificial, la web 3 o el metaverso como elementos más visibles, representa un cambio de era llena de oportunidades, pero también abre la puerta a riesgos y retos que la sociedad debe afrontar y paliar. Así lo ha subrayado este jueves el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, alertando de que la transformación tecnológica puede agudizar las desigualdades sociales.

“El mayor reto al que se enfrenta la sociedad es la desigualdad”, ha sentenciado el directivo, lo que supone “un caldo de cultivo para un descontento social profundo” en un tiempo en que precisamente la tecnología puede facilitar la manipulación de ese descontento.

"Nos estamos acostumbrando a un aluvión de noticias falsas que no son casualidad, se nos hace creer lo que queremos creer, se nos trivializa y eso se hace además con elementos de tecnología, la inteligencia artificial ya no es que genere noticias falsas es que genera personalidades falsas", ha indicado durante su intervención en el el XXI Congreso anual de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que se celebra en Bilbao. "Nunca ha sido tan barato, tan eficiente, sacar a la gente a la calle o manipular la opinión pública", ha alertado.

“Las revoluciones tecnológicas tienden a dejar gente atrás” y, “si no tenemos cuidado, esta revolución agudizará las desigualdades”. En este sentido, el máximo ejecutivo del grupo Telefónica, que ha orientado su estrategia hacia la digitalización, ha advertido de que "las desigualdades no se corrigen simplemente con subsidios, se corrigen corrigiendo competencias", encomendando a las empresas que se vuelquen en la recualificación de sus empleados para afrontar la revolución tecnológica.

Álvarez-Pallete ha hecho un alegato en defensa de establecer un nuevo marco normativo que garantice los derechos de las personas en el mundo digital igual que se hace ya en el mundo analógico. “Hace falta un nuevo contrato social” para establecer "cuáles son los derechos y obligaciones esenciales de personas y máquinas en este mundo, que ya no es solo de inteligencia artificial". "No es la tecnología la que tiene que dar sentido a las personas, son las personas las que dan sentido a la tecnología".