Los cuatro grandes grupos eléctricos que operan en España -IberdrolaEndesaNaturgy y EDP- registraron en el último lustro un beneficio neto conjunto de 11.856 millones de euros sólo en España, algo más de un tercio de los 32.661 millones alcanzados por las corporaciones con todas sus operaciones en los 40 países en que están presentes.

Un resultado neto en el mercado español obtenido tras destinar más de 22.500 millones a inversiones eléctricos españoles en los últimos cinco años y tras asumir un roto contable de más de casi 8.570 millones por la pérdida de valor de sus activos, especialmente sus viejas centrales eléctricas de carbón, según se recoge en un informe de la consultora Deloitte elaborado para la Fundación Naturgy en el que chequea la situación económica y financiera de los grandes grupos eléctricos entre 2017 y 2021.

Los gigantes eléctricos obtuvieron el año pasado un beneficio neto global consolidado de 8.504 millones de euros, casi un 28% más que en el año anterior y el mayor dato de los últimos ejercicios. Las compañías concentraron el año pasado un 43% de sus ganancias totales en el mercado español, obteniendo un beneficio conjunto por sus actividades en España de 3.616 millones de euros, un 20% más que el ejercicio anterior y también el mayor registro del último lustro (3.018 millones en 2020; 2.201 millones en 2019; sólo 53 millones de 2018 por las pérdidas históricas de Naturgy tras depreciar el valor de activos; y 2.968 millones en 2017).

Depreciación de las viejas centrales

“Desde el ejercicio 2019, el resultado neto del ejercicio se ha incrementado debido principalmente a la evolución en el volumen de deterioros de activos registrados anualmente”, subraya Deloitte, para justificar la mejora de las ganancias en los últimos ejercicios en España en el sector. Las compañías han ido realizando reducciones de su valor de sus viejas centrales de generación -especialmente las de carbón por su esperado apagón total, pero también las de gas y las nucleares- para adaptarlas a los retornos esperados y a su vida útil para ajustarse al proceso de transición energética.

En 2021 las cuatro grandes eléctricas se apuntaron en sus cuentas deterioros de sólo 690 millones de euros, frente a los 1.591 millones de 2020, los 2021 millones de 2019 y los históricos 4.530 millones de 2018 -cuando Naturgy rebajó a la mitad el valor en libros de toda su planta de generación no renovable, con una drástica reducción de 4.900 millones-. En total, en el último lustro las depreciaciones acumuladas superan los 8.570 millones de euros para los grandes grupos en España en cinco años, frente a los 2.224 millones de deterioros aplicados en todo el resto de países en que están presentes.

En paralelo, Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP han realizado inversiones en activos eléctricos por valor de 22.564 millones de euros desde 2017, concentrando el 41% de todas las inversiones ejecutadas en todo el mundo.

Nuevo impuesto

En plena polémica por los beneficios extra de las compañías energéticas, y cuando el Gobierno prepara un nuevo impuesto para gravar posibles ganancias extraordinarias de las grandes compañías en plena crisis de precios con el objetivo de recaudar 4.000 millones en dos años, desde el sector eléctrico se esgrime el informe de Deloitte para subrayar que el beneficio obtenido por sus negocios en otros países no debería verse afectado (4.888 millones del total de 8.504 millones) y que de la parte correspondiente a España, el beneficio de los negocios regulados también debería quedar exenta del nuevo tributo (2.123 millones de los 3.616 millones conseguidos en España).

Esto es, desde las compañías energéticas se entiende que sólo podrían gravarse los beneficios extra que el Gobierno pudiera detectar en las actividades del mercado libre (generación y comercialización) correspondientes exclusivamente al mercado español: el año pasado quedarían expuestos 1.493 millones de euros, apenas una sexta parte de los más de 8.500 millones de beneficio global ,y de menos de la mitad del total de 3.600 millones ganados en el mercado español.

Las eléctricas han venido insistiendo durante los últimos meses en negar la existencia de los beneficios millonarios que el Gobierno dice querer recortar, ya que tienen vendida toda su producción de electricidad con mucha antelación y a precios muy inferiores a los que marca el mercado eléctrico y, por ello, no se están beneficiando de las subidas.