La inflación y los problemas de suministro están impactando ya en los hábitos de compra de los consumidores. Lo constata un informe realizado por la consultora PWC, que advierte de que el incremento de los precios y la imposibilidad de comprar algunos productos están afectando en la forma de comprar de los consumidores. La situación tendrá como principal consecuencia una cierta concentración del gasto de las familias en alimentación en los próximos seis meses y empezará a disminuir el destinado a otras categorías, como productos de lujo, restaurantes, viajes y bebidas alcohólicas, entre otros. El estudio detecta que los consumidores apuestan por marcas locales para evitar los problemas en las cadenas de suministro y evitar alza de precios.

El informe 'Global Consumer Insights Survey 2022', elaborado por PWC, a partir de una encuesta realizada a más de 9.000 consumidores -591 españoles- en 25 países detecta que el aumento de los precios de la alimentación ya representa un problema para el 56% de todos los consumidores digitales encuestados -57% en España-. Y también lo es para el 65% de los compradores que acuden a las tiendas físicas -69% en España-. De hecho, la inflación y los problemas en las cadenas de suministro están empezando a hacer mella en los hábitos de compra de los ciudadanos que están optando, primero, por centrar sus presupuestos a aquellos productos imprescindibles, en detrimento de otros, y, además, por buscar a las marcas y a los distribuidores de sus mercados locales.  

El 75% del conjunto de los entrevistados esperan mantener o, incluso, aumentar sus niveles de gasto, aunque su distribución será desigual en función del tipo de productos. En los próximos seis meses, la mayor parte seguirá destinándose al segmento de alimentación, según el 47% de los consumidores globales -el 37% de los españoles-. Sin embargo, más de un 25% de los participantes en el informe tienen previsto reducir lo que gastan en un buen número de categorías, como los productos de lujo (37% global/47% en España); los restaurantes (34% global/34% en España); en viajes (33% global/31% en España), en bebidas alcohólicas (3o% global/ 36% en España); en arte, cultura y deportes (30%/31% en España) y en moda (25% global/23% en España). Un comportamiento que, según el informe, podría ser solo un adelanto de lo que está por venir si la coyuntura económica actual, como parece, se mantiene o incluso empeora.

Para aquellos que están experimentando problemas derivados las cadenas de suministro, como la falta de productos o los retrasos en las entregas, cambiar sus hábitos de consumo empieza a ser ya una opción real. El 37% del conjunto de los encuestados -el 29% en España- apuestan por buscar otras marcas alternativas que puedan satisfacer sus necesidades. Otra opción pasa por acudir a aquellos 'retailers' en sus mercados locales: ocho de cada diez encuestados dicen estar dispuestos a pagar más por aquellos artículos producidos localmente. 

El informe constata la apuesta por la omnicanalidad de los consumidores de todo el mundo, una vez superada la pandemia. El 81% asegura haber adquirido productos en, al menos, tres o cuatro canales distintos en los últimos seis meses. Si ponemos el foco en los dos grandes canales de compra -online y tiendas físicas-, el 50% de los entrevistados globales -el 38% en España- esperan incrementar sus compras digitales en los próximos seis meses, y el 35% -el 33% en España-, prevé aumentar las que hacen en establecimientos físicos. Dentro de los canales digitales, el más usado sigue siendo el teléfono inteligente, por delante de la compra en PC, a través de la tablet u otro tipo de dispositivos, como asistentes de voz o 'wereables'.  

 El estudio incluye un análisis sobre cómo influye en el comportamiento del consumidor cada una de las cuestiones que integran la ESG (medioambientales, sociales y de gobierno, por sus siglas en inglés) y llega a varias conclusiones interesantes. La primera es que, para los consumidores, los temas sociales tienen más peso que los medioambientales. Y, la segunda, que estos aspectos son relevantes para que las marcas se ganen la confianza, el apoyo y las recomendaciones de los consumidores -especialmente entre los millennials y la Generación Z-, pero no afectan directamente a las decisiones de compra. En torno al 50% de los entrevistados en todo el mundo -también en España- reconocen que la sostenibilidad de los productos y servicios es relevante, por ejemplo, a la hora de recomendar una marca. Eso sí, solo cuatro de cada diez encuestados creen que los criterios ESG, afectan realmente a sus decisiones de compra.