Jornada de recuperación de las bolsas mundiales tras registrar en la víspera una de sus peores sesiones en lo que va de año. La moderada caída del precio del petróleo ha ahuyentado momentáneamente el temor a que el encarecimiento de la energía provoque un repunte persistente de la inflación que obligue a los bancos centrales a endurecer la política monetaria más rápido de lo previsto, lo que podría hacer descarrilar la recuperación global. Tras caer el 2,59% el martes, el Ibex 35 ha repuntado un 1,25%, hasta los 8.879,4 puntos.

Después de subir en la víspera por encima de los 80 dólares por primera vez desde 2018, el barril de Brent del Mar del Norte, de referencia en Europa, ha llegado a bajar este miércoles por debajo de los 77 dólares. La caída ha respondido al inesperado incremento de las reservas de crudo de Estados Unidos por primera vez en tres meses. Además, la inmobiliaria china Evergrande ha dado por fin una buena noticia al vender su 20% del Shengjing Bank por unos 1.300 millones de euros, con el consiguiente aumento de caja para afrontar sus ingentes vencimientos de deuda, lo que le ha llevado a subir un 15% en bolsa.

Con todo, el temor a que el incremento de los precios sea más duradero y estructural de lo que prevén los bancos centrales sigue marcando el ánimo de los inversores. "Parece difícil que continúe el camino al alza hasta que no se elimine el riesgo de estanflación (estancamiento con inflación). Hemos visto ya el pico de crecimiento en el ciclo, pero la inflación no termina de caer definitivamente ni lo hará hasta que volvamos a ver funcionar a la cadena completa de producción o ceda el precio de las materias primas, o ambas cosas a la vez", han apuntado los analistas de A&G Banca Privada.

El fuerte incremento del IPC en España (hasta el 4%, su nivel más alto en 13 años) ha pasado desapercibido en los mercados porque forma parte de un proceso global más amplio que pasó factura en la sesión del martes. El Banco Central Europeo (BCE) lleva tiempo advirtiendo de que la inflación de la zona euro subirá en lo que queda de año por los precios de la energía, para comenzar a bajar entrado el 2022. Su escenario central sigue siendo no subir tipos hasta dentro de unos años, en 2024 o 2025, pero podría anunciar el inicio de la reducción de compras de deuda excepcionales aprobadas por la pandemia en su reunión de diciembre.