"La compra de Air Europa por parte del grupo Iberia tiene un sentido estratégico que va más allá de las propias compañías aéreas, y que supondrá un impulso sin precedentes a la conectividad de nuestro país, a través del 'hub' de Madrid, con beneficios a la postre para los clientes, para el turismo, el comercio, el empleo y la economía en general, tan necesitados de ello para recuperarse del terrible impacto de la pandemia" Iberia definía con estas palabras, tras la firma del acuerdo, la alianza con Air Europa. De hecho, no es un mensaje nuevo, la compañía del grupo IAG, ha centrado sus expectativas estratégicas de crecimiento en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas desde el que ha alimentado sus rutas de largo radio, principalmente a Latinoamérica.

Combatió con todos los medios que tuvo a su alcance la competencia del aeropuerto de Barcelona como 'hub' internacional, aunque la verdad es que esta nunca llego a producirse, pese a los tímidos intentos de aerolíneas internacionales de conectar El Prat con destinos transoceánicos. Pese a todo, los esfuerzos del aeropuerto madrileño y de la primera compañía en esa infraestructura (Iberia) no han permitido que la infraestructura aérea se coloque entre los grandes aeropuertos europeos.

Un informe realizado por KMPG en el 2020 sobre el potencial de Madrid como 'hub' internacional, de las seis fortalezas que requiere un 'hub' para competir en la 'Champions League', Madrid solo consigue posicionarse bien en la mitad de ellas. Es decir, cuenta con una posición geográfica favorable, unas buenas infraestructuras y es fundamental para la economía local. Sin embargo, no dispone de una intermodalidad desarrollada; la carga no alcanza la aportación que debería, pese a que ha crecido en los últimos años, y en lo que se refiere a contar con una compañía de referencia, en este caso Iberia, su peso es significativamente menor que el de sus competidores en sus propios 'hub', que además han recibido ayudas directas multimillonarias de sus respectivos Gobiernos.

Retroceso en Europa

Madrid ha perdiendo posiciones con respecto de los grandes 'hubs' europeos en los últimos años tanto en tamaño, como en número de vuelos, destinos y pasajeros. La propia Iberia destaca : "En aviación, más que las aerolíneas individuales, compiten los 'hubs' y los grandes grupos. Pero para que Madrid pueda competir con el resto de 'hubs' europeos, y poder recuperarse más rápido del impacto de la pandemia, necesita ser más eficiente, capturar más tráfico que permita abrir nuevas rutas enfocadas en Asia, Oriente Medio y África, y desplegarse en 360".

Ese argumento justifica la compra de Air Europa, firmada este martes: "Permitirá disponer de esa masa crítica necesaria para atraer tráfico adicional de conexión, abrirse a nuevos mercados, tanto de pasajeros como de carga, y competir con éxito con otros 'hubs' europeos", sostiene Iberia.

La operación, además, coincide con los los planes de Aena de invertir 1.571 millones de euros anunciada en el desarrollo y el crecimiento del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que podría convertirse en la puerta de conexión entre Asia y América Latina y entre Europa y África. Y también una oportunidad para el desarrollo de la conexión del tren de alta velocidad a la T4, tal y como existe en los principales 'hubs' de nuestro entorno, que podría optar a utilizar los fondos europeos y favorecer una mayor eficiencia y sostenibilidad medioambiental de las operaciones.

Apoyo sindical

El argumento es compartido por los trabajadores del grupo. Al menos el sindicato de pilotos, Sepla, considera que la operación consolidad Barajas como uno de los mayores aeropuertos de Europa, "potencia su proyección internacional y posibilita su desarrollo futuro en un contexto de creciente competencia y gran incertidumbre económica". Agrega que el acuerdo entre las dos compañías "debe generar unas mayor influencia de España en el sector aéreo mundial".

Iberia considera que la operación mejora la capacidad de Españas para atraer turismo de largo radio y de calidad, gracias a la conectividad que se puede desarrollar con países emergentes, que en su mayoría tiene una escasa conexión con España en este momento. "Este acuerdo ofrece la posibilidad de abrir más rutas y hacer más sostenibles las existentes. Así sucedió con la incorporación de Vueling o Aer Lingus al grupo IAG, y con la creación de Iberia Express", plantea la compañía. Por otro lado, la alimentación de vuelos entre las distintas aerolíneas del grupo mejora la ocupación y por lo tanto permite hacer rentables rutas que sin esa alimentación no lo serían. Sería una gran oportunidad, por ejemplo, para crecer en Asia, Oriente Medio, África y Norteamérica.