La Comisión Europea (CE) ha propuesto un marco temporal de ayudas de Estado para el sector pesquero, uno de los más afectados por el impacto de la pandemia de coronavirus, que permitirá conceder hasta 120.000 euros a empresas dedicadas a la pesca o la acuicultura. Este nuevo marco, adoptado el pasado jueves, permitirá a los países facilitar apoyo en forma de subvenciones directas, ventajas fiscales o garantías de préstamos y se extenderá hasta el próximo 31 de diciembre.

La drástica caída de la demanda de productos pesqueros debida a la reducción o el cierre temporal de la actividad tanto de restaurantes como de otros compradores de productos derivados de la pesca está teniendo un importante impacto sobre el sector. El comisario europeo de Medioambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, indicó en un comunicado que los pescadores están «entre los primeros en sufrir las consecuencias económicas de la pandemia, dado que la demanda de productos pesqueros ha experimentado una importante caída».

«extraordinarias» / Por otra parte, la CE ha propuesto como medida de ayuda al sector extender el ámbito de los mecanismos de seguro en el Fondo Económico Marítimo y de Pesca para pagar compensaciones económicas causadas por una crisis de salud pública. Bruselas está analizando además «otras opciones» para apoyar a la industria pesquera y la acuicultura en «estos momentos difíciles».

Las empresas europeas del sector, agrupadas en la organización Europêche, pidieron precisamente el pasado lunes a la Comisión Europea medidas «urgentes y extraordinarias» para afrontar el impacto socioeconómico causado por el covid-19.

Europêche -que integra a la patronal española de armadores Cepesca- solicitó al comisario Sinkevicius que Bruselas actúe, ante el efecto de las medidas de los gobiernos para evitar la propagación del coronavirus. Según la patronal española, el sector «ya está registrando una importante reducción de la demanda de pescado, además de una caída notable de los precios en determinadas lonjas con flotas de bajura que, inevitablemente, llevarán al cese de las actividades pesqueras en algunas zonas».

Cepesca indicó, además, que el actual Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) no permite apoyos por paralización temporal debido a una crisis sanitaria o epidémica y «estas medidas deberían incluir la posibilidad de que los pescadores y los operadores de la UE reciban ayudas y compensaciones por el cese de su actividad a consecuencia de la pandemia». En este sentido, las empresas pesqueras instan a la modificación del articulado del actual FEMP e incluir en él esta posibilidad, dado el caso de fuerza mayor que supone esta crisis.

Por otro lado, Europêche expresó al comisario la preocupación de los pescadores por su salud, bienestar personal y protección laboral y apremió a poner en marcha una campaña de ayuda a las empresas pesqueras para seguir las recomendaciones adaptadas a este sector.

El 25 de marzo tendrá lugar una videoconferencia de ministros europeos de Agricultura y Pesca para abordar la manera de evitar una penuria alimentaria por las restricciones que se están aplicando.

liquidez para la empresa gala /Además de esta medida para el sector pesquero, la CE aprobó ayer los planes de Francia para movilizar 300.000 millones de euros en liquidez para sus empresas a través de avales públicos con el fin de paliar el impacto del coronavirus, una medida que ha podido recibir luz verde gracias a que Bruselas ha flexibilizado sus normas de ayudas de Estado.

«La Comisión concluyó que las medidas son necesarias, apropiadas y proporcionales para remediar una seria perturbación en la economía de un Estado miembro», dijo en un comunicado el Ejecutivo comunitario, destacando que están en línea con las recetas temporales adoptadas para facilitar la concesión de apoyo estatal.

En concreto, Francia podrá proporcionar avales públicos sobre préstamos para empresas que tengan hasta 5.000 empleados a través de su banco de promoción nacional, Bpifrance. También podrá proveer garantías estatales a los bancos sobre carteras de préstamos nuevos para cualquier tipo de empresa, lo que se considera una ayuda directa a las compañías que permitirá a la banca proporcionarles rápidamente la liquidez que necesitan.

La Comisión ha considerado que estas medidas se ajustan a las normas adoptadas ante la pandemia de coronavirus porque afectan a préstamos con límites de madurez y tamaño, limitan el riesgo que asume el Estado francés a máximo el 90 % e incluyen salvaguardas para asegurar que los bancos canalizan las ayudas a las empresas. El sistema, que ya se utilizó en el 2009, permite a Bruselas autorizar ayudas públicas que en circunstancias normales no serían aceptadas.