El Gobierno va a rebajar una media del 5% las retribuciones de los empleados públicos para este año y las va a congelar en el 2011.

Esta medida ha sido anunciada esta mañana por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia extraordinaria en el Congreso de los Diputados.

La rebaja de los salarios será proporcional a los ingresos, es decir que afectará más a los salarios más altos y también se recortará en un 15% el sueldo de los miembros del Gobierno.

En el inicio de su comparecencia, Zapatero justificó las nuevas medidas para la reducción del déficit, un esfuerzo "especial, singular y extraordinario" que es necesario "precisamente ahora", cuando se están viendo "signos" que ponen de manifiesto el inicio de la recuperación económica.

Se suprime el cheque-bebé

El Gobierno también suprimirá a partir del 1 de enero del 2011 el denominado cheque-bebé, la prestación de 2.500 euros por nacimiento, para reducir el déficit público.

Ésta es otra de las medidas incluidas en el plan de iniciativas que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha presentado en el pleno del Congreso para situar el déficit en el 3 por ciento en el 2013.

Se suspenderá la revalorización de las pensiones

Además, el Gobierno suspenderá en el 2011 la revalorización de las pensiones, excepto las no contributivas y las mínimas, como parte del plan de austeridad con el que el Ejecutivo pretende conseguir reducir el déficit público al 3% del PIB en el 2013.

Asimismo, el plan incluye la eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la Ley 40/2007.

Zapatero reclama un "esfuerzo nacional y colectivo"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reclamado un "esfuerzo nacional y colectivo" ante la crisis y ha asegurado que las medidas para reducir el déficit son "imprescindibles", aunque ha reconocido que muchos ciudadanos no entenderán que se pidan nuevos sacrificios.

En su discurso ante el pleno del Congreso, en el que en apenas media hora ha anunciado duras iniciativas para acelerar la rebaja del déficit público, Zapatero ha garantizado que "no es fácil para el Gobierno aprobar" estas nuevas medidas, pero ha subrayado que se necesita "un esfuerzo especial, singular y extraordinario".

"La situación es difícil y sería insensato ocultarlo, pero puedo asegurarles a todos que el Gobierno no desfallecerá y estamos convencidos de que lograremos salir adelante, volver a la recuperación y a la generación de empleo", ha manifestado.

Según ha explicado, las medidas, que suponen reducir en 15.000 millones el gasto en 2010 y 2011, son "imprescindibles" para reforzar la confianza en la economía española y contribuir a la estabilidad de la zona euro y son "equitativas" porque pretenden repartir con justicia el esfuerzo nacional que, como presidente del Gobierno, pide a los ciudadanos.

A su juicio, hasta ahora, las personas que han perdido su empleo y los empresarios que han visto frustradas sus aspiraciones "han pagado con creces su peaje" en la crisis y no se les puede pedir a ellos más esfuerzos.

Anticipándose a la respuesta de la oposición, ha apelado a la "responsabilidad" de los grupos políticos y les ha pedido colaboración para sumarse a lo que ha denominado un "proyecto nacional".

A su entender, "nada justificaría que algunos se sintiesen ajenos a este esfuerzo colectivo" y todos están obligados a hacer todo lo que esté en sus manos para lograr los objetivos propuestos, aunque ha reconocido el protagonismo del Gobierno: "asumo mi responsabilidad y me comprometo a fondo con ella".

Compromisos europeos

Ha afirmado que es consciente de que muchos ciudadanos no entenderán que se pidan más sacrificios cuando el propio Gobierno ha anunciado que se ha iniciado la recuperación, pero ha insistido en que es ahora cuando se necesitan para cumplir con los compromisos europeos, mantener en España a los inversores, fortalecer el sistema productivo y preservar el estado del bienestar.

"No es fácil para cualquier Gobierno dirigirse en estos términos a la Cámara y sus conciudadanos y menos lo es para un Gobierno que se empeñado, durante los años de bonanza, en dirigir lo mejor de sus esfuerzos a mejorar la situación de la mayoría de los ciudadanos, de los menos favorecidos", ha manifestado.

Según ha reconocido, son los ciudadanos que nada han tenido que ver con el origen de la crisis y con su desarrollo, pero que han sufrido sus consecuencias, quienes ahora deben contribuir a corregir los efectos de esa crisis.

Y a ellos se ha dirigido, a quienes son "la columna que sujeta al país", los que dependen de tu propio trabajo, de su afán emprendedor o de unas rentas públicas que se han ganado durante años

Zapatero ha dedicado también parte de su intervención a justificar la actuación del Gobierno hasta el momento.

Según ha señalado, ha adoptado sus decisiones respondiendo a la naturaleza del problema en cada una de las fases de la crisis y respondiendo a cada uno de los "inesperados desafíos", como el resto de los gobiernos europeos, cada uno según sus propias circunstancias.

Para el Gobierno, el anunciado hoy no es un nuevo plan, sino el mantenimiento del esfuerzo de austeridad aprobado ya en enero, y el objetivo sigue siendo el mismo, situar el déficit público en el 3 por ciento en el 2003, aunque ahora se vaya a cumplir en dos años las dos terceras partes del compromiso fijado para cuatro años.