La jornada en Tercera | El Ciudad de Lucena, el Salerm Puente Genil y el CD Pozoblanco se afianzan en la zona alta

Tensar la cuerda y no bajar el ritmo. Ese sigue siendo el argumento principal para los cinco equipos cordobeses presentes en el Grupo 10 de Tercera Federación en esta última fase del campeonato, en la que las semanas se cuentan por finales. Tan solo cinco citas restaban de la agenda y el Salerm Puente Genil fue el encargado de abrir en la primera de ellas, con su triunfo frente al Conil en el Manuel Polinario (2-0). Lo siguió de cerca, del mismo modo, el derbi entre el Ciudad de Lucena - Atlético Espeleño, que cayó del lado celeste (1-0), mientras que en la sesión del domingo acabó completando el triunfo del CD Pozoblanco ante el Utrera en el Estadio Nuestra Señora de Luna (1-0) y el revés del Córdoba CF B a domicilio ante el Ayamonte (2-1), con los que se zanjó el itinerario.

Ciudad de Lucena - Atlético Espeleño (1-0)

Era el partidazo de la jornada y desde el arranque se empeñó en confirmarlo. Ni cuatro minutos fueron necesarios para que el bloque lucentino abriera la lata en el feudo celeste. Lo hizo a través de un acertado Dieguito Díaz, al que no le tembló el pulso para batir a Rafa Martínez aún cuando parte del público andaba ubicando su asiento. Respondió al cuarto de hora Antolín, probando suerte con un chut algo forzado, aunque favoreciendo cierta reacción en clave espeleña. Buscó sofocarla el propio Dieguito lances después, con un nuevo disparo, a servicio de Marcos Pérez, que por poco acaba traduciéndose en el segundo en tierras lucentinas. 

El ritmo era máximo y la tensión latente. Se calentó la cita y un tímido reguero de amonestaciones tiñó el camino hasta el descanso. En esas todavía tuvo tiempo Álex Molina para la formación dirigida por Juan Carlos Quero, que mejoró e incluso llegó a estirarse con peligro antes del receso.

Se mantuvieron los cauces tras el paso por vestuarios. Adriano Romero probó a un Nico Garnés inédito, pero se resolvió bien el jerezano. También la buscó Guille Roldán rebasada la hora de juego, sin éxito, mientras que Juan Andrés, encarrilado el tramo final, pudo mover el luminoso, aunque acabó topando con la zaga de su ex equipo. 

Todo acabó saldado en un intercambio de zarpazos poco profundos. Los tres puntos favorecieron a un Ciudad de Lucena que recupera crédito en la lucha por el liderato -y aguanta el empuje de los perseguidores-, en detrimento de un conjunto de Espiel que se mete una semana más en un lío y comienza a previsualizar cuentas para no verse próximamente en descenso.

CD Pozoblanco - CD Utrera (1-0)

Golpeó más, mejor y con mucha contundencia el conjunto pedrocheño para llevarse otra pugna vital en doble sentido: en primera instancia, para paliar el conato de mala dinámica despertado durante las últimas semanas -con dos derrotas en tres jornadas-, y seguidamente para tumbar a un rival directo en la pugna por la fase de ascenso, que cada queda cerca de lo matemático. Afianzando su postura como dueño del tercer peldaño del podio del Grupo 10, así, actuó el bloque dirigido por Antonio Jesús Cobos, al que desde primera hora se le apreció una marcha más. Tuvo que probar en repetidas ocasiones el arco de Jesús Navajas, aún con todo, hasta encontrar la profundidad del pichichi Abraham Gómez para abrir la lata antes del receso.

Tras el descanso se mantuvo la equidad. Volvió a saltar más decidido el CD Pozoblanco, acumulando aproximaciones desde la reanudación hasta la hora de juego. Pudo extenderse la renta, en esa línea, con una pena máxima que acabó no siendo pitada sobre Valentín -con mucha polémica-, mientras que el Utrera, volcado en el tramo final, tampoco dio con la tecla. La andanada de permutas blanquillas refrescó la propuesta, en un último arreón sevillano sofocado con suficiencia por la zaga pedrocheña, que acabó echando el lazo al botín sin siquiera lamentar excesivos sufrimientos.

Salerm Puente Genil - Conil CF (2-0)

Se demandaba un paso adelante y sin mucho más que esa idea salió el bloque pontano, que se marchó con tres puntos de saldo tras una pugna de poder a poder frente al Conil en el Manuel Polinario. Totalmente aparejada se mantuvo la primera mitad. Mario Ruiz abrió el tanteo con un chut lejano pero envenenado que casi sorprende a Manu López, seguido de otra intentona de Ismael García, incluso más lejana, y de nuevo una última aproximación del de San Fernando que por poco desnivela la balanza en Puente Genil antes de la marcha a vestuarios, sin suerte.

Dio un paso adelante el cuadro gaditano tras el receso. Salva Vegas, con todo, la tuvo en la reanudación, mandando un disparo seco al lateral del arco visitante. Poco después se activó César bajo palos, sacando dos ocasiones manifiestas antes de la hora de juego. Jairo Morillas, seguidamente, atajó la rebelión rival de la mejor forma concebible: a base de goles. Se lo cocinó con mucha intención el ariete sevillano, aprovechando una acción colectiva, previo pase de Mario Ruiz, para alojarla en las mallas gaditanas. Instantes después la tuvo Manuel Pablo, mientras que el de Gilena, entrada la recta final, zanjó el pleito con el segundo de los tantos en su cuenta.

Ayamonte CF - Córdoba CF B (2-1)

Con un regusto amargo -en la tónica que parece haberse vuelto casi habitual- y sin nada para la cosecha escapó el filial blanquiverde de su compleja visita a tierras ayamontinas. Le costó lo suyo al bloque dirigido por Diego Caro, que eleva la cuenta a las diez semanas sin hacerse con los tres puntos. Tampoco le salió del todo la receta en tierras ayamontinas, donde topó con el acierto local. La cita ya arrancó comedida. Sin demasiadas incidencias, así, quedó resuelta una primera mitad de mucho ruido y pocas nueces. Apenas un par de aproximaciones -sin profundidad- acabaron en el recuento con tanto Dani Martín como Eric Ruiz poco exigidos bajo palos.

Sí se abrió el pulso tras el intervalo. Más enchufado salió el Ayamonte, que rompió la equidad después de más compases de mediciones. Lo hizo a través de Álvaro Toledano, autor de un disparo fuerte, seco, que dejó en nada la estirada de Ruiz a la hora de juego. Poco después amplió el castigo Jorge Ceballos, ampliando la ventaja, mientras que Jan Reixach, en una de las contadas llegadas blanquiverdes, ajustó la cuenta para dejar el 2-1 definitivo en el electrónico.