Ciclismo

Juan Ayuso, el ciclista del futuro, sale del túnel tras siete meses de baja

El joven corredor alicantino, de 20 años, inicia la temporada 2023 en el Tour de Romandía después de que una tendinitis lo haya tenido apartado de las carreteras desde que acabó la Vuelta en tercera posición el 11 de septiembre de 2022

Juan Ayuso celebra una victoria en una imagen de archivo.

Juan Ayuso celebra una victoria en una imagen de archivo. / EFE

Sergi Lopez-Egea

En el conjunto del UAE la alegría nunca ha sido completa. Y cuando ya empieza a asomar el mes de mayo, y con ello el anuncio de las llegadas de las tres grandes rondas por etapas de la temporada, el panorama sigue igual. En el equipo hay una estrella que sobresale sobre las demás. Es, sin duda, Tadej Pogacar, ahora sumido en la recuperación de su muñeca izquierda, aunque nadie tiene dudas de que llegará al Tour. Y luego surge la figura de un joven alicantino nacido en Barcelona, que se llama Juan Ayuso, del que apenas se ha hablado desde el final del verano pasado, y que este martes regresa a la competición, en Suiza, en el Tour de Romandía, la última carrera de una semana antes del Giro, y donde acabó cuarto en 2022.

Nunca han sido partidarios en el UAE de hablar mucho de Ayuso desde que el 11 de septiembre subió al podio de la plaza de la Cibeles de Madrid con solo 19 años, marcado como el líder español de esta joven generación de ciclistas rebeldes que lo ganan todo y en todas partes, y que cuando alguno de ellos no corre hasta parece que la carrera en cuestión entre en depresión.

La pregunta en cuestión

¿Qué le pasa a Ayuso? Era la pregunta en cuestión. Y si no respondían es porque no encontraban claro el problema que atormentaba al corredor, ya con 20 años, y que hasta ahora le ha impedido debutar en la temporada 2023, donde solo se acumulaban renuncias en carreras programadas, primero, estas últimas semanas, la Volta, después la Itzulia y más tarde, de forma coherente, cualquier idea de regresar en las clásicas de las Ardenas, demasiado exigente si un ciclista todavía no se ha colocado un dorsal a la espalda.

Todo empezó con un dolor en la pierna que lo obligó a detener los entrenamientos, imposible ascender por la ruta de Envalira, en Andorra, donde reside parte del año, sin molestias, hasta el punto de que, en marzo, cuando debía ya estar entrenando a tope con la idea de acudir a la Volta, tan solo realizaba sesiones de un par de horas como máximo, tal cual estuviera en pretemporada. En estas condiciones era inasumible participar en cualquier carrera profesional y más ahora, cuando se va con el cuchillo en la boca, y cuando las figuras ya no hacen como a finales del siglo pasado o inicio del actual; nadie se toma una carrera como entrenamiento, nadie se acuerda del Tour hasta que llega, ni siquiera Pogacar.

Ayuso es el corredor que debutó en la Vuelta y acabó tercero. Con Carlos Rodríguez, al que las caídas y los contratiempos también le están martirizando este año, son los jefes jóvenes del pelotón español, los que están preparados para pelear con los astros de su generación, aunque este 2023 sea, de momento, esquivo para la pareja.

Calendario improvisado

Una tendinitis, cuyo origen y tratamiento han llevado al UAE por el camino de la amargura, ha sido la causa por la que Ayuso ha estado hasta ahora alejado de las carreteras y que ha obligado al conjunto de Pogacar a tener que ir improvisando un calendario alternativo para el joven alicantino, de aquí a la Vuelta, donde será el líder de la escuadra. Hay tiempo, pero lo mismo se decía en enero o febrero, y los plazos se iban acortando.

Ahora, por lo menos, se ve la salida del túnel. Ahora, al menos, Ayuso, desde este martes y hasta el domingo, se coloca un dorsal, con la esperanza de que vuelvan las buenas sensaciones, remita el dolor en la pierna y por fin pueda entrar en la senda de la preparación de la Vuelta (empieza el 26 de agosto en Barcelona) con el ánimo y la intención de mejorar la tercera plaza del año pasado.