FÚTBOL SALA

Manu Leal dice adiós: el sueño cumplido de un icono del fútbol sala

El cordobés, una referencia histórica en el Córdoba Futsal, con el que logró al ascenso a Primera División, cierra su etapa como jugador a los 34 años

Manu Leal, con el brazalete de capitán, en un partido con el Córdoba Futsal.

Manu Leal, con el brazalete de capitán, en un partido con el Córdoba Futsal. / A.J. González

Francisco Merino

Francisco Merino

¿Recordamos algunos momentos cruciales en el fútbol sala cordobés en los últimos tiempos? Hay un puñado de ellos de alto calibre con un punto en común: allí estaba Manu Leal. A los 34 años, después de describir una trayectoria deportiva repleta de anotaciones brillantes -algunas bajo los grandes focos de la élite, otras en campeonatos de menor eco mediático pero de notable valor-, este icono local decidió decir adiós. Lo hizo a través de una carta difundida a través de sus redes sociales, al estilo actual. "Hoy es un día difícil para mí. Quiero anunciar mi retirada de los terrenos de juego. Pero no es triste. Me retiro con mi verdadero sueño cumplido", explica en su misiva. Su anuncio lo hizo unas horas antes de que el Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad, el máximo representante de su deporte, abordara un partido clave para la permanencia ante el Osasuna Magna. Ante el equipo navarro, precisamente, debutó el cuadro blanquiverde en la Primera División. Ganó por 1-0. Y él marcó el gol.

La primera en Primera y el ascenso

Cristian Ramos, Jesús Rodríguez, Lolo Jarque, César y Manu Leal en el quinteto titular. También jugaron aquel 14 de septiembre de 2019 David Leal, Koseki, Zequi, Javi Sánchez, Pablo del Moral y Giasson. En el banquillo estaba otro paisano, Maca. Algunos aún siguen en activo y con la misma camiseta. Fueron varios compinches de Manu -y de su hermano David, con el que compartió vida y vestuarios en distintos clubs- en una formación que también está grabada en los anales del deporte cordobés: la del ascenso a la Primera División. También ahí dejó su sello deportivo y su singular pasión en la cancha, propia de los galones de capitán que lució durante años.

"En primer lugar quiero acordarme de mi familia, que tanto me ha apoyado y ha estado disfrutando y sufriendo conmigo, vosotros sois partícipes de todo lo vivido detrás de un balón", expresa Manu, quien se acuerda de alguien especial: "A ti, hermano, porque a tu lado fue increíble". A su lado vivió un momento increíble, con un gol de David al FC Barcelona en el primer partido oficial que los culés disputaron en Vista Alegre.

David Leal celebra un gol al Barça junto a Manu, Del Moral y Cristian.

David Leal celebra un gol al Barça junto a Manu, Del Moral y Cristian. / A.J. González

Un camino por los clubes

Leal también da las gracias a los clubes "por los que he pasado desde que comencé con tan solo cinco años con sus juntas directivas, entrenadores, cuerpos técnicos, fisios, preparadores físicos, delegados, médicos, utilleros, aficiones, periodistas...". Sus inicios fueron en la cantera del Córdoba CF, donde era un niño que soñaba con jugar en Primera. Y lo hizo con el escudo de su vida en el pecho, pero en fútbol sala. Cada vez que el himno blanquiverde sonaba en Vista Alegre fue como si estuviera en El Arcángel. Él tocó el cielo en Las Tendillas.

Manu Leal, en el pabellón del Guadalquivir.

Manu Leal, en el pabellón del Guadalquivir. / Chencho Martínez

Nono, Pakito, Jesús Rodríguez, Manu Leal y Koseky -cinco inicial-, Juanra, Catiti, Lolo Jarque, Cristóbal, David Leal, Keko, Cordero y César. Eso fue el 1 de junio de 2019 en Mengíbar. Allí conquistó el Córdoba Futsal el ascenso a Primera al ganar 2-3 con dos tantos de Koseky, que ahora anda por Italia, y uno definitivo de Lolo Jarque, que es conductor de autobús en Aucorsa. Manu fue feliz aquel día en el que el fútbol sala emocionó a toda una ciudad.

De Bujalance a Bujalance

Empezó en Bujalance en fútbol sala y terminó en el mismo club, en Segunda B, en este mismo curso. También jugó en el Mengíbar, de Segunda División, tras salir del Córdoba Futsal, en el que militó desde 2014 hasta 2021, logrando ascensos de categoría hasta llegar a Primera División: fue homenajeado por superar los 200 (se marchó con 205) partidos oficiales y marcar más de 100 goles (117) con el club que preside José García Román, otro producto de la cantera de Salesianos, donde todo se inició. En las pistas del colegio, Manu y David siguen siendo mitos.

"A todos los compañeros que he tenido en estos maravillosos años. Soy un afortunado porque, tras el deporte, queda la amistad y tengo la gran suerte de saber que, ahora que esto acaba, tendré amigos por siempre", destaca Manu Leal, quien subraya que el fútbol sala le hizo "mejor persona", le ayudó "a competir" y a hacer su vida "mejor cada día". En el día de su adiós, dejó una lección de nobleza: "Los títulos, ascensos, goles, asistencias, partidos, vivencias, me hacen sentir muy feliz y siempre lo recordaré, Pero no haber sido nunca expulsado de un terreno de juego me hace sentir especialmente orgulloso", finaliza. Con Leal se va un referente de las canchas, en las que seguirá de otro modo. Porque hay lugares en los que uno permanece siempre.

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