El París Saint Germain (PSG) tuvo 370 millones de euros de pérdidas la pasada temporada, según L'Équipe, una cifra que se explica por incluir la totalidad del nuevo contrato firmado con su estrella Kylian Mbappé, y que justifica la multa que le impuso la UEFA.

El diario deportivo francés avanza este sábado que, con algunos ajustes mínimos, esos 370 millones de déficit son los que aparecerán cuando la Dirección Nacional de Gestión y de Control de la Liga de Fútbol Profesional (DNCG) oficialice las cuentas del ejercicio 2021-2022 en unas semanas.

La principal explicación de ese agujero es que el club ha querido contabilizar en esa temporada pasada, en contra de lo que sería lógico, la remuneración de Mbappé para los tres ejercicios siguientes y que, de acuerdo con Le Parisien, es de 630 millones de euros, una cantidad negada por el equipo.

En concreto, alrededor de un tercio se ha integrado ya en los gastos de 2021-2022.

La UEFA -precisa un especialista en cuestiones financieras citado por L'Équipe- ha autorizado a hacerlo, sabiendo que a partir de la temporada actual se inicia un nuevo ciclo de tres años en el que va a entrar en vigor el nuevo marco de control del juego limpio financiero que pretende garantizar una equidad entre los clubes europeos.

Más allá de incorporar una parte del sueldo futuro de su delantero estrella, el PSG ha contabilizado la masa salarial del resto de la plantilla por unos 600 millones de euros, con lo que el presupuesto de funcionamiento superó los 1.000 millones de euros.

Frente a eso, el campeón de Francia tuvo unos ingresos récord con 700 millones de euros. En el actual ejercicio, esos ingresos deberían aumentar una vez más y superar el umbral de 800 millones.

Las pérdidas de la temporada 2021-2022 acarrearon una sanción de la UEFA formalmente de 65 millones de euros. Pero como 55 millones estaban exentos de cumplimiento (salvo en caso de reincidencia), la multa que ha tenido que pagar se ha quedado en 10 millones de euros, después de una negociación entre las dos partes.

En virtud de ese acuerdo negociado, el PSG tendrá que ajustar sus cuentas en las tres próximas temporadas hasta el verano de 2025, lo que en la práctica supondrá un déficit máximo de 60 millones de euros en resultado neto.

Además, el peso de la masa salarial habrá de reducirse progresivamente y no superar el 70 % de los ingresos a partir de 2025-2026.

El club francés se ha comprometido igualmente a dar cuenta a la UEFA cada seis meses de la marcha de su situación con "objetivos financieros intermedios".

LaLiga española ha denunciado repetidamente la gestión financiera del PSG, que como es propiedad del fondo soberano de Catar, no se guía por criterios de rentabilidad y puede perder millones y millones de euros para conseguir sus objetivos de notoriedad e influencia política, lo que deja en desventaja a los otros equipos, como los españoles, que sí respetan el espíritu del juego limpio financiero.