Hamilton tendrá más margen de tiempo para cumplir con el requisito de competir sin ninguna clase de joyería, incluidos los famosos piercings que el británico se resiste a quitarse.

La FIA le ha dado tres carreras más de plazo, hasta finales de junio. No solo a Lewis sino a cualquier piloto que insista en llevar cualquier tipo de pieza de orfebrería. Por ejemplo, Kevin Magnussen tampoco quiere quitarse su anillo de boda. Mientras tanto, durante este paréntesis habrá más discusiones entre los pilotos y la federación respecto a una norma que ha generado mucho debate en la parrilla.

El piloto británico alegó que le resultaba casi imposible extraer algunos piercings que estaban "literalmente soldados” a su piel. “Para empezar, los que llevo en la oreja y otro que ni recuerdo en qué parte de mi cuerpo está", afirmó.

En Miami, Hamilton retó a la FIA y dijo que conseguiría una exención "para todo el año" y que llegaría a Mónaco “con cuatro relojes”, además de calificar de "innecesaria" y de "paso atrás" la directriz, que por otra parte no es nueva en el campeonato. "Llevo 16 años con mis joyas y ahora de repente ven que es inseguro...", recordó, furioso, el piloto de Mercedes.

La prohibición se establece en el Apéndice L del Código Deportivo Internacional de la FIA. En los últimos años no se ha aplicado estrictamente el reglamento en relación al uso de joyas, pero ahora los nuevos directores de carrera, Niels Wittich y Eduardo Freitas, han decidido dejar de hacer la 'vista gorda' ante el riesgo que supone en caso de incendio o de grave accidente.

En la rueda de prensa de Mónaco, preguntado al respecto, Hamilton ha vuelto a dejar claro que está molesto por este asunto y ha señalado que para la F1 y la FIA "hay peces más grandes que cocinar que éste".