Como futbolista fue un torbellino, uno de esos genios indomables que son capaces de alterar el rumbo de un partido con un golpe de inspiración. Juan Carlos Quero Porras (Fuengirola, Málaga, 1972) tiene la condición de icono del Córdoba CF por sus inolvidables actuaciones con la blanquiverde en la segunda mitad de los 90, una etapa alocada de presión, expectativas frustradas y alegrías ocasionales. En El Arcángel estuvo seis temporadas, la mayor parte de una carrera de 18 años que arrancó en el Málaga y terminó en el Alzira, pasando por la Primera División con el Valladolid. Ahora lucha en otro lugar del campo: el banquillo. Al mando del Atlético Espeleño, de la División de Honor Andaluza, pelea por el ascenso a Tercera RFEF al frente de una formación a la que ha sido capaz de imprimir un sello luchador. "Vivimos una época de fútbol mecanizado", admite un técnico que conserva el gusto por "la posesión del balón" y defiende la creatividad como arma contra la dictadura de las pizarras.

-¿Cómo ha visto al equipo en esta primera parte de la temporada?

-Ha habido varias partes dentro de la temporada. Comenzó pronto para nosotros con las eliminatorias de la Copa de Andalucía, ya que el campeón y el subcampeón tenían derecho a estar en las previas de la Copa del Rey. Empezamos a jugar muy bien, tanto en liga como en copa ganando muchos partidos, y en la ronda definitiva de Copa el bombo nos deparó ir a Murcia, un campo muy complicado, y desde la derrota allí el equipo cae anímicamente, en el tema del juego y sobre todo en la confianza. Ahí es cuando comenzamos a perder varios partidos seguidos. Sin embargo, tras el parón de Navidad el equipo volvió a recuperar las buenas sensaciones y pese a los tres empates consecutivos veo a un equipo entero.

-¿Y ante lo que resta de temporada?

-No he visto esa regularidad de principio de temporada, pero sí he visto un cambio importante. Somos un equipo que intentamos jugar desde atrás, que el rival se nos mete atrás y tenemos que picar mucha piedra hasta llegar a portería rival… y para eso tienes que tener mucha personalidad y jugar bien. También hemos tenido muchas lesiones con las que no contábamos, pero si estamos todos y estamos bien seguramente tengamos más alegrías que disgustos, aunque la categoría está muy igualada. Muchos equipos con mucha historia o que aparentemente aspiran a mirar hacia arriba los ves ahora mirando hacia abajo, y ahí es cuando te das cuenta de la competitividad que existe en la categoría.

"Nosotros somos un equipo con personalidad al que le gusta el balón. Ves que a tu rival le cuesta quitártelo, y ahí es donde nos sentimos más cómodos"

-¿Qué destacaría del juego de su equipo?

-Nosotros somos un equipo con personalidad al que le gusta el balón. Ves que a tu rival le cuesta quitártelo, y ahí es donde nos sentimos más cómodos. La posesión de balón es nuestro punto fuerte, porque nosotros somos los que decidimos el ritmo del partido. En cuanto que entramos en la dinámica del rival, estamos perdidos. Además, somos el equipo menos goleado de la liga hasta el momento junto al Coria, pero si miras la plantilla existe mucho perfil ofensivo. El fútbol es muy complicado. El futbolista siempre se considera futbolista y si tenemos un defecto muy grande es que somos muy egoístas. Muchas veces miramos para el lado cuando sabemos que la responsabilidad es nuestra, en donde queremos buscar un culpable sabiendo que tú lo has hecho mal. Intentamos refugiarnos.

Juan Carlos Quero, entrenador del Espeleño. A.J. GONZALEZ

-Esta es su tercera temporada siendo entrenador del Atlético Espeleño. ¿Por qué decidió fichar por este club?

-Venía de hacer años muy malos y llegué al Pozoblanco, con la suerte de encontrarme una plantilla en la que congeniamos desde el inicio y ascendimos. Cuando llega la hora del ascenso a Tercera, yo no puedo seguir entrenando al equipo porque tengo el nivel 2 de entrenador y para esa categoría se necesita el nivel 3. Ellos querían que siguiera, te encuentras el cariño de todo el mundo, pero ellos me pidieron hacerlo de una manera que yo consideraba que no era la más adecuada ni para el club ni para mí. A raíz de ahí me llama el Espeleño, y al hablar con ellos vi que era la mejor opción y que había cosas que se podían hacer. De hecho, hemos estado dos años a punto de ascender, el primer año nos para la pandemia en el momento en el que mejores sensaciones dentro del campo teníamos y en el segundo las lesiones nos lastraron mucho a final de temporada, teniendo que jugar partidos de playoffs con 12 o 13 jugadores ante plantillas muy sólidas. Este año, sabiendo la dificultad que hay, seguimos mirando para arriba pero sin descuidarnos. Muchas veces tenemos que pararnos a pensar quiénes somos, qué tenemos. Hay clubes que se quieren mucho y no hay materia prima para llegar a tanto.

"Hay un jugador en el Córdoba CF que este año me ha impactado, que es Simo Bouzaidi, porque reúne todas las cualidades que me gustan"

-¿Cómo ve el fútbol cordobés? ¿Cree que actualmente existe un buen nivel de equipos y jugadores?

-Echo en falta en el campo al futbolista de calle. Ese futbolista que tiene personalidad, desparpajo, desequilibrio, ese futbolista valiente, caradura, y creo que ahora mismo en las categorías base existe una mecanización del juego que lastra a los jugadores. Ellos necesitan desarrollarse, están en la etapa de aprendizaje y deben de desarrollar sus cualidades. No puedes cortar el talento, tienes que potenciarlo. Estamos viviendo una época de un fútbol mecanizado, pero creo que este deporte también es espectáculo donde la gente necesita también del otro fútbol. Me sorprende mucho que en el fútbol base ves a los entrenadores y lo único que quieren es ganar, y yo creo que esa etapa está para mejorar. Hay un jugador en el Córdoba CF que este año me ha impactado, que es Simo Bouzaidi, porque reúne las cualidades que te he mencionado.

En un partido de mi hijo que fui a ver observé que había un futbolista que se quedaba quince veces solo delante del portero. Me sorprendió su potencia, su calidad… pero también me sorprendió que todo estaba bien. No había nadie que le dijese que jugase a manejar esos ritmos, porque llegará un momento en el que te encontrarás que el que tienes delante es igual o más potente que tú y esos detalles te darán la diferencia con el resto.

-¿Ha cambiado la visión del fútbol del Juan Carlos futbolista al Juan Carlos entrenador?

-Ha cambiado un mundo. Ahora me veo manejando a 24 futbolistas cuando antes solo te tenías que manejar a ti mismo. Intentas corregirles errores que te han pasado a ti como futbolista e intentas hacerles ver que esto se acaba. Cuando tienes 22 años no lo ves, pero esto tiene fin. Por eso les intento transmitir que aprovechen todas las oportunidades, que siempre estén listos para jugar y que sean inteligentes. Es importante formarlos deportivamente, pero también personalmente. 

"Cuando tienes 22 años no lo ves, pero esto tiene fin. Por eso les intento transmitir que aprovechen todas las oportunidades, que siempre estén listos para jugar y que sean inteligentes"

-Ahora mismo entrena al Atlético Espeleño, un equipo de División de Honor Andaluza, sexta categoría del fútbol español. ¿Ha pensado dar un salto más en su carrera como entrenador?

-He tenido la posibilidad este año de entrenar en Tercera, pero yo me siento muy cómodo en este club, y muchas veces creo que es mejor estar donde se te valora y donde se te comprenda. Yo empecé a entrenar en categorías inferiores y probé hasta dónde podía llegar, si era capaz de manejar un vestuario o era el vestuario el que me manejaba a mí, y las cosas han ido saliendo bien hasta llegar aquí, la sexta categoría del fútbol español, que para mí es muy importante. Me gustaría ascender con este club y después ya valoraríamos, pero en principio no me he marcado ninguna meta a la que quiero aspirar como hice cuando era futbolista, donde sí quieres aspirar a lo máximo. 

Existen 24 futbolistas en un equipo, pero un solo entrenador. Estamos viviendo un fútbol muy resultadista en donde da igual que estés haciendo las cosas bien si no ganas, y creo que es letal para todos los entrenadores hoy en día. Es lo que me asquea, porque todo el mundo comenta de fútbol sin saber lo que hay detrás muchas veces. Si un entrenador hace un cambio y la gente no lo entiende te abuchean, sin saber la situación que puede estar pasando un jugador en un determinado momento.

Juan Carlos Quero, entrenador del Espeleño. A.J. González

-Fue jugador del Córdoba desde 1994 hasta el 2000. ¿Cómo lo ve esta temporada? ¿Lo está siguiendo?

-Lo sigo lo que puedo. Este año el Córdoba ha dado un salto de calidad enorme en comparación con los años anteriores. El respeto que le tenían que tener a un club como el Córdoba, por el escudo y por la historia, se lo perdieron el año pasado, pero este año lo han vuelto a ganar, y lo han ganado donde se tienen que ganar las cosas, en el campo. El Córdoba valiente, atrevido, mandón, el que todo el mundo respeta, es el que estamos viendo este año. Tanto las personas que hemos jugado en este club como su afición quieren ver este Córdoba.

"Yo empecé a entrenar en categorías inferiores y probé hasta dónde podía llegar, si era capaz de manejar un vestuario o era el vestuario el que me manejaba a mí"

-¿Cómo está viendo la labor que está haciendo el técnico Germán Crespo Sánchez en el Córdoba?

-No puedo valorarlo porque no sigo día a día al equipo, pero lo poco que veo es que Germán Crespo es un entrenador que hace poco ruido, pero que desde fuera se ve cómo tiene a todo el equipo enchufado y que ha conseguido que todos los futbolistas se sientan importantes. Esa gestión es una pieza fundamental que completa el engranaje de un equipo que está haciendo muy buena temporada. Para estas cosas me fijo también mucho en la tabla de goleadores y ver que arriba hay cinco jugadores del Córdoba, y que dos sean suplentes, ya hace ver muchas cosas.

-¿Ha pensado alguna vez en volver al Córdoba pero esta vez con otro rol?

-No, no lo he pensado nunca. Ahora mismo solo puedo pensar en mi equipo y en donde estoy ahora mismo y todo lo que sea desviarte de ahí es perder el tiempo.