El proyecto del Córdoba CF para la próxima temporada continúa ofreciendo algunas tímidas pinceladas, sobre todo en un lienzo representado mayormente por las bajas confirmadas hasta la fecha. El defensor Manu Farrando y el centrocampista Mario Ortiz se desligaron esta semana de la entidad tras permanecer en la misma durante el aciago curso del descenso a la Segunda RFEF. Así pues, estas dos nuevas salidas se unen a las ya conocidas del zaguero Momo Djetei y del medio Alberto del Moral y dejan en nómina, únicamente, a nueve futbolistas con contrato en vigor. La intención es buscar un acuerdo, a la baja, para prolongar varios contratos, un propósito que se intentará también con Miguel de las Cuevas.

La propiedad del club blanquiverde -el grupo Infinity- dispuso el pasado 18 de junio un camino continuísta donde Javier González Calvo seguiría en sus funciones de vicepresidente y consejero delegado, Juan Gutiérrez 'Juanito'' abarcaría la dirección deportiva y Germán Crespo -tras la decisión del organigrama deportivo- lideraría al plantel desde el banquillo. Esa primera decisión desbloqueó un sinfín de escenarios donde la escuadra cordobesista podría empezar a diseñar un plan de retorno inmediato a una Primera RFEF que no alcanzó -hace poco más de un mes- debido al pobre bagaje en el verde. 

Del Moral y Djetei, los primeros en salir

No obstante, días antes del esperado anuncio llegado desde Baréin, el conjunto cordobés puso nombre y apellidos a los dos primeros jugadores que dejarían de lucir la camiseta sureña. El joven Del Moral, que había sido renovado en enero hasta el año 2023, encontró acomodo en el Villarreal CF para formar, a priori, como miembro del filial. Este traspaso, cuya cuantía podría rondar los 500.000 euros -así como otras cantidades por objetivos cumplidos-, dejó constancia de la importancia que revestiría la cantera para la construcción y consolidación del ideal esbozado. De hecho, el manchego creció de tal forma que apenas figuró en el equipo dependiente de Tercera División y se ganó un hueco de titular en Segunda División B.

También hasta 2023 amplió su relación Djetei con los andaluces, aunque sus cuantiosos emolumentos impidieron que se quedara en la planificación. Su adiós, a coste cero al Albacete Balompié pero con un porcentaje de una venta posterior, supuso un revés para un González Calvo que alabó en su día el trabajo, la dedicación y el esfuerzo ejercidos por el internacional camerunés.

Punto y final para Farrando y Mario Ortiz

Por lo tanto, bajo ese prisma empezaron la configuración Juanito y sus ayudantes, los reconocidos Raúl Cámara, David Ortega y Rafa Herrerías. Este trío de profesionales, además de sus funciones de la anterior campaña -el ex jugador era enlace del vestuario con la cúpula deportiva mientras que el peso de la cantera era llevado por los otros dos hombres citados-, cobrarán protagonismo en decisiones acerca de los objetivos dentro del mercado de fichajes. La marcha del director general, Miguel Valenzuela, y la del secretario técnico, Rafa Sánchez -hacia el Albacete de Alfonso Serrano, otro ex empleado del club- fueron más que significativas para ello.

Entre las responsabilidades iniciales había que acometer qué ocurriría con los once futbolistas que no terminaban contrato este mismo junio. Eran los casos del arquero Edu Frías, los centrales Fernando Román, Bernardo Cruz y Manu Farrando, el lateral Berto Espeso, los centrocampistas Djak Traoré, Javi Flores y Mario Ortiz, los extremos Nahuel Arroyo y Samu Delgado y el delantero Willy Ledesma. El Córdoba CF, el 23 de junio, confirmó que tanto Farrando como Ortiz ponían punto y final a su breve estancia de blanquiverdes. El estrepitoso fracaso consumado con el descenso y las suculentas ofertas de otros clubs en divisiones superiores encarrilaron ambas situaciones. El cántabro, por ejemplo, ya anunció el 18 de mayo su intención de partir, una circunstancia que acabó cristalizando.

Frías y Javi Flores, a falta de la necesaria confirmación, tendrían pactada su renovación reduciendo sensiblemente sus fichas. El catalán, como apuntó Canal Sur, dará validez a un acuerdo de dos temporadas, aunque existe un periodo de unos 20 días para marcharse de hallar un destino más atractivo. El de Fátima, mientras tanto, también estaría dos cursos más ejerciendo de capitán. Otro veterano como Miguel de las Cuevas, sin contrato en vigor, analiza una oferta cordobesista que económicamente distaría -apelando a la lógica- de años anteriores.

El fundamental papel de la cantera

La continuidad de Crespo al frente del bloque abrirá de par en par las puertas a los que fueron sus pupilos en el filial, un conjunto que rindió a un excelso nivel y que no pudo competir en las eliminatorias de promoción a la Segunda RFEF debido al descalabro del primer equipo. El preparador granadino cogió las riendas de la nave cordobesa a falta de tres choques para la conclusión del campeonato. Los dos triunfos contra la Real Balompédica Linense (0-5) y el Cádiz CF B (2-1) y la igualada cosechada en su debut frente a la UD Tamaraceite (1-1) no sirvieron, a la postre, para clasificar en la Primera RFEF. Pese a ello, los brotes verdes surgidos en esos encuentros -sobre todo ganando responsabilidad los jóvenes del B- atisbaron un horizonte renovado y con una amplia presencia de futuros valores.

El delantero Luismi Redondo, que también ejerce su fútbol por el extremo, está muy cerca de concretar su renovación. La misma se fraguaría con una ampliación por dos temporadas y unas condiciones diferentes al ser ya una pieza mayor de 23 años -cumplidos el 4 de febrero-. El talentoso goleador extremeño perforó las mallas en hasta 10 ocasiones, tres de ellas en la categoría de bronce. Su voluntad para quedarse resulta vital justo en un momento donde se quiere a gente comprometida con la causa.

Por suerte, el caso reseñado no es el único que se contempla. Hay otros perfiles que cuajaron buenos minutos en el primer equipo y el filial que estarían dispuestos a prolongar su estancia. Los laterales Carlos Puga y Álex Meléndez, el mediapunta Julio Iglesias, el extremo Ale Marín o el también delantero Diego Domínguez son una buena muestra de ello. Este último, que en octubre hará los 23 años, fue la auténtica sensación del curso en Tercera División. El olfato anotador -hasta 16 tantos- y la brillantez en el desempeño de sus funciones conducirían al hispalense hacia un rango valioso del rejuvenecido grupo. No obstante, habría que esperar para comprobar si el hecho de no tener ficha sub-23 puede ser un hándicap o si por el contrario no es un obstáculo.