A nadie le sorprende ya que Tadej Pogacar, como actual y máximo fenómeno del ciclismo (y todavía más mientras el belga Remco Evenepoel siga en fase de recuperación de la brutal caída de agosto), gane allí donde corra, en este caso en el UEATour, la ronda por etapas, siete en total, que se ha disputado esta semana en los Emiratos Árabes Unidos, y que ha supuesto el inicio del World Tour, la primera división del ciclismo donde se agrupan las principales carreras.

Con 22 años regresaba a una ronda por etapas después de la victoria que consiguió en septiembre pasado en el Tour. Realizó la última parte de la condensada temporada 2020, en otoño, corriendo carreras de un día, pero desde entonces no había encarrilado varias jornadas seguidas de competición. Y ha regresado demostrando que sigue siendo un auténtico prodigio del pedal, al ganar y dominar a sus rivales, principalmente a Adam Yates, este año en el Ineos, en lo que suponía el primer examen del año con vistas al Tour, que ha ganado con matrícula de honor.

"Este era el primer objetivo de la temporada porque es la carrera que se disputaba en el país del patrocinador del equipo", dijo este sábado el ciclista esloveno desde Abu Dhabi. En efecto, él es el gran atractivo del equipo de Emirates, patrocinado por las autoridades del país.

El sábado, en Italia

Ya dejó la carrera cuesta arriba para el resto de rivales después de imponerse el martes en la primera llegada en alto, a la tradicional cima de Jebel Hafeet, quizá la única cuesta ciclista de los Emiratos Árabes, para controlar la prueba desde entonces con la ayuda de sus compañeros.

Pogacar iniciará el sábado, en la Strade Bianche, la prueba italiana que discurre por tramos de tierra blanca en la bellísima toscana, su plan de carreras en Europa. Alos 22 años no solo buscará un segundo triunfo en París, sino afrontar después la Vuelta donde ya fue tercero en 2019. Rubén Fernández, noveno, fue el mejor español. Alejandro Valverde acabó 40º.