Karla Borger y Julia Sude anunciaron que no representarán a Alemania en un torneo internacional de voley-playa en Catar por la prohibición de jugar con bikini. "Vamos allí para hacer nuestro trabajo pero nos impiden llevar nuestra ropa de trabajo", clamó Borger en Deutschlandfunk, la radio pública alemana. "Es realmente el único país y el único torneo en el que el gobierno nos dice cómo hacer nuestro trabajo. Criticamos eso", añadió la subcampeona del mundo en el 2013.

Catar acogerá por primera veza una competición femenina de la Federación Internacional de Voley-Playa tras haber organizado durante siete años una competición masculina y en 2019 los Juegos Mundiales de playa, donde las jugadoras estaban autorizadas a llevar bañador.

En este torneo, las deportistas habían sido invitadas a llevar camisetas y pantalones largos en lugar, una decisión motivada según la federación por "el respeto a la cultura y a las tradiciones del país anfitrión". Borger insistió en la revista 'Spiegel' que normalmente ella está dispuesta a "adaptarse a un país", pero que el calor extremo en Catar hace necesario llevar el bikini. Su compañera Sude recordó que Catar había hecho ya excepciones, como en el Mundial de atletismo de Doha-2019, para las participantes femeninas. En Deutschlandfunk, Borger se preguntó por la idoneidad de nombrar a Catar como anfitrión de esta competición. "Nos preguntamos si es realmente necesario que un torneo se dispute allí".

La amenaza al Mundial de fútbol

Un mensaje que va en la misma que el lanzó hace poco más de un año Fritz Keller, presidente de la Federación Alemana de Fútbol, cuando abrió la puerta al boicot al Mundial de fútbol de Catar-2022. "No mandaremos ninguna selección a partidos que tengan lugar en países en los que las mujeres no tengan los mismos derechos", comentó en el 2019. Días después, matizó sus palabras. "Lo voy a decir de forma poco elegante: una Copa del Mundo en Qatar es algo problemático, pero no tiene sentido quedarse en casa. Justamente el deporte puede tender puentes y el impacto mediático de un Mundial de fútbol puede ayudar a descubrir los abusos"