Sin necesidad de desplegar un baloncesto brillante, tan solo con dos triples anotados (2 de 18), pero con una solidez defensiva que le sigue haciendo crecer jornada a jornada, el Barça asaltó la cancha del Estrella Roja de Belgrado (60-72), encadenó su cuarta victoria en la competición europea y recuperó el liderato de la Euroliga del que ya disfrutó en la primera vuelta.

Jasikevicius recuperó a dos piezas fundamentales, Mirotic y Davies, ausentes desde finales de diciembre, que dispusieron de bastantes minutos, pero se mostraron aún faltos de rodaje. Pero el liderazgo de Calathes, la inspiración de Higgins, y la pelea de Oriola hizo que el equipo azulgrana no lo acusara y dominara con autoridad en la segunda mitad.

Siempre que sales de Belgrado con una victoria es importante. No ha sido nuestro mejor partido, pero hay que integrar también a la gente que volvía al equipo. Por momentos hemos jugado bastante bien, aunque no tanto en los 40 minutos", explicó con tono crítico el técnico azulgrana, Jasikevicius, que no le dio demasiada importancia al liderato. "Está bien, siempre lo queremos, pero nos importa serlos al final".

Solidez inicial

No es el Estrella Roja un equipo cómodo. Baskonia o CSKA han sido dos de los equipos que han hincado la rodilla en la sala Pionir. Demostró su pegada la semana pasada, asaltando la cancha del Madrid. Y lo hizo, además, sin su gran referencia, Jordan Loyd, un jugador que pasó con éxito por Valencia, y reaparecía tras cuatro partidos de baja por el covid. Pero frente al Barça, el cuadro serbio siempre estuvo varios pasos por detrás, especialmente en el rebote (41 de los azulgranas, por 27 de los serbios)

El Barça hizo suyo el primer primer cuarto con autoridad, generando espacios para los tiradores, con buenos porcentajes en el lanzamiento y dominio claro de la zona. Y, sobre todo, con un buen trabajo en defensa, que le sirvió para desconectar al cuadro de Belgrado, que solo sumó once puntos en el primer cuarto (11-21). Con mucha actividad por parte de Oriola y buenas acciones de Higgins, el equipo azulgrana pudo correr y sumar canastas fáciles, y sobre todo descontar el ataque de los serbios.

Ralentizar el ritmo

Necesitó el Estrella Roja subir en intensidad defensiva para no descolgarse antes de tiempo de la pelea. Mejoró en la pelea bajo los tableros y ralentizó el ritmo y eso le permitió acercarse en el marcador (23-28, m . 17), apoyándose también en unos buenos minutos de Loyd, que pasó a acaparar la mayoría de acciones en ataque. De marcar el ritmo que más le convenía, el Barça pasó a no encontrarse cómodo sobre la cancha. Tan solo Oriola pareció moverse en ese escenario como pez en el agua. Y de dominar hasta por 12 puntos en algunos minutos, se fue al descanso con una ventaja que no le hacía justicia (31-35).

La buena actitud en defensa devolvió el control al Barça en la reanudación, que ya no perdió hasta el final, haciendo crecer sus ventajas por encima de la veintena de puntos en algún momento (45-66, m. 32). También fue azulgrana el control del rebote y la buena dirección de Calathes ayudó al equipo catalán a marcar el ritmo que más le convenía frente a un rival que fue desinflándose conforme pasaban los minutos y en el que el base andorrano Quino Colom no escapó de la discreción (6 puntos, 4 asistencias en 14 minutos).