-¿Qué tal su adaptación a Córdoba en estos primeros meses aquí?

-Estos primeros meses en Córdoba para mí, en principio fue difícil. Una ciudad nueva, compañeros nuevos, además todos o la mayoría eran nuevos en el vestuario, aunque alguno ya estuvo en el club y regresaron, pero en lo personal, desde que llegué aquí vine mentalizado. La ciudad es muy hermosa, antes de venir ya la había visto por internet. Sinceramente, me ha gustado mucho. Cuando llegas nuevo la gente te acoge y eso es bueno, la verdad. Me siento muy a gusto aquí. Sinceramente, para mí venir a Córdoba es una misión, quiero cumplirla, porque es un club grande, ha estado en Primera División y ha competido. La gente te apoya mucho y es bonito que la gente te reconozca por la calle. Una motivación más, un empuje más para este gran club.

-¿Le ha sorprendido algo en estos meses de la ciudad, de sus costumbres?

-Me ha gustado, desde que llegué, lo que se come aquí. Tengo una dieta. No la puedo romper, pero en mi día libre que da el técnico, como paella, por ejemplo, que me ha gustado. La comida en general es muy buena. Pero tengo a mi esposa y cuando salimos nos ha gustado mucho. La paella de rabo de toro me ha gustado mucho.

-Viene de un fútbol emergente, una Panamá que siempre exportó hombres de ataque.

-He pasado por buenos clubs a nivel individual. Mi primera salida a Europa fue a Portugal. Me adapté bien en el Sporting. Cuando estaba con la selección me llamó Alfonso -Serrano- y me impresiónó. Sinceramente, tenía otras opciones, pero venir a Europa de nuevo para mí era un reto. Ahora estoy centrado en la selección, le dije, y le comenté que hablara con mi agente. Por beneficio para mi familia debía estar bien en la ciudad, pero por el fútbol, al principio, tenía que ver cómo el técnico quería posicionar al once que jugaba. A mí me gusta apoyar al equipo, no reprocho nada si no juego o pongo mala cara. Soy de los que piensan que hay que trabajar duro para volver a jugar. El fútbol, sea en la categoría que sea, es fútbol. Hemos tenido empates, victorias y nos tocó perder con el Sevilla. Jugamos bien, pero uno no puede menospreciar la Liga en la que juega, porque la Segunda B es muy competitiva. Todos quieren ascender y para mí la adaptación debía ser rápida. El fútbol aquí es rápido y directo, subir la línea como le gusta al míster, no estar atrás y debía ponerme bien físicamente. Porque a nivel de clubs no he jugado bien pero en la selección sí me ha tocado tener más oportunidades. Al venir aquí, al Córdoba CF, dije que me tenía que poner un reto. Yo no soy importante, todos lo somos, desde los jugadores al cuerpo técnico y los fisios. Me adapté muy rápido. Aquí uno tiene que venir con un objetivo, no relajarse. El extranjero siempre tiene que dar más. Estoy dando ese empujón para quedarme aquí en España muchos años y en el Córdoba CF si me dan la oportunidad de hacerlo.

-Hablando de la selección. Allí en su país la selección se vive de una manera muy intensa, como la primera clasificación para una fase final de un Mundial, el de Rusia.

-Claro. A nivel selección sub-20 fuimos a Nueva Zelanda (2015) y era un buen grupo. Nos tocó Argentina, con Ángel Correa y muchos jugadores que están en Europa, más Austria y Ghana. La absoluta, la principal, eso fue un momento histórico. Mi mujer estaba embarazada y en Panamá querían ese sueño. Nos tocó jugar con EEUU, eran los últimos partidos y nos ganaron 4-0. El seleccionador, Hernán Darío Gómez, me dio la oportunidad. Costa Rica y Honduras empataron. Hernán nos dijo que no venía a clasificar a EEUU, que la clasificación la tenía en casa con nuestra gente. Pero tras el 4-0 no estaba el público muy animado. No se vendían muchas entradas. Llegamos al vestuario y Hernán no nos dijo nada, solo nos dijo que nos divirtiéramos y “siéntanse orgullosos de representar a su país”. Y en el descanso perdíamos 0-1. Entró al vestuario y dijo que nunca vio a su equipo jugar así. Dijo alguna palabra obscena para que lo diéramos todo. Y lloré. Escuchaba en el túnel a la gente cantando “vamos, vamos Panamá” y eso fue una motivación. No entendía por qué lloraba, porque era una clasificación y Trinidad ganaba a EEUU por 3-0. Tuvimos un gol fantasma y anotamos el 2-1 y se me vino el mundo encima. No celebré con mis compañeros, lloraba con el portero y creíamos que íbamos a la repesca, pero los periodistas nos dijeron que nos habíamos clasificado para Rusia. Nunca vi a un país tan emocionado, porque era un sueño para nosotros y para los aficionados. La gente se echó a la calle, porque eso al fútbol panameño ayudó mucho. No menosprecio a la Liga panameña, porque yo salí de allí, pero eso le ayuda mucho al fútbol panameño, que no es mediocre y va evolucionando, aunque hay que meterle un empujón.

-Salir al extranjero aumenta el nivel de la propia selección, ¿no? ¿Se juega aquí más rápido?

-Claro. En España se juega más al toque en Primera, depende del técnico también, pero en Segunda y Segunda B es más directo. Buscar al punta, al extremo y salir al mediocampo como le gusta a nuestro técnico y tenemos que estar acostumbrados a eso. Aquí el fútbol es muy rápido y competitivo. En Panamá me decían que cómo iba a ir a la Segunda B española, a un descendido. Para elegir mi destino siempre hablo con mis familiares, con mi agente, nos juntamos en una cena y la mejor decisión la tomamos todos. No es porque yo quería salir de Panamá, sino porque era una buena oportunidad para mí. Donde yo voy, si hago un buen año, lo mejor para mí es seguir ahí y si me surge otra buena oportunidad pues me tocará, y siempre estaré agradecido al club que me dio la oportunidad. Me han preguntado muchas veces que si me sale otra oportunidad para salir de aquí que qué iba a hacer. Y siempre he contestado que yo estoy enfocado aquí, en el Córdoba CF, no estoy enfocado en otros clubs. Cuando pase el año, y si ascendemos a Segunda, ya veremos si me quedo o voy a otro lado. Ahora, centrado en ayudar al equipo.

-Ahora se va con la selección en México. También en noviembre y en marzo tiene compromisos. ¿Teme que pueda romper su continuidad aquí?

-Puede afectar un poco, porque también quiero quedarme aquí, sumar minutos, ayudar al club, aunque en lo personal no creo que afecte. El Córdoba CF me dio la oportunidad de venir y uno quiere representar a su país. Me siento muy contento de jugar en la selección y allí me toca darlo todo. Pero uno siempre tiene que sentirse orgulloso de la oportunidad que le dan. Para mí no afecta. Ahora nos toca México, en noviembre también nos toca y en marzo. Bueno, el de marzo no podía decir que no voy, pero ya se están comunicando el Córdoba CF y la Federación. Y siempre que dos hablan se llega a un buen entendimiento. Pero estos dos próximos -este y el de noviembre- son muy importantes, porque estamos fuera de la eliminatoria de la Concacaf. Nos sorprendió cuando cambiaron el reglamento y son los primeros seis y estamos abajo, por lo que estos partidos son muy importantes para todo el país. Ahora me voy después del partido contra el Cádiz B, juego el 15 y regreso el 17. Vuelvo con todo, porque nos toca el Cartagena. Y en noviembre es el partido de vuelta en Panamá. Serán partidos buenos, porque México es un rival difícil y la prensa lo pone como favorito para todo, pero nosotros nos centramos en darlo todo.