Suenan las campanas de las siete, puntuales, junto a la taberna. "¿Es verdad que va ganando el Córdoba?". Un niño se pasea con una rama de árbol entre las mesas de los adultos. Un cuadro de Julio Romero al lado de Marilyn Monroe. El Córdoba no pasa apuros. Un vestido de sevillanas colgado en la pared. "La manía que tienen los futbolistas de pintarse los brazos". Fotos de toreros en blanco y negro debajo del cristal de las mesas, manteles de cuadros rojos y blancos. "¡Qué feo es!". Comparan al lateral derecho con Ketama. "¡Qué nariz!". Al fondo, pegado a la puerta, un hombre con su perro negro y un Nestie en la mano. "Vaso nunca quiere", le dice el camarero al niño que le va a llevar el refresco. El crío trata de provocar al animal. "¡Corre!". Solo hay dos personas ajenas al partido, aunque uno mira de reojo. "¡Ay, que se le escapa el balón!".

Una joven con jersey amarillo se toma una coca cola en la barra, sola. Desentona. El Elche está cerca de marcar. Cortinas blancas con adornos de crochet. Dos monteras a la derecha del televisor. Un cartel dentro de la barra: No se fía a nadie. Un escudo del Real Madrid. Descanso. Pocos se mueven; piernas estiradas. Un crucifijo en el almanaque y debajo, un niña en la playa. Una bandera de España. "¿El Córdoba son los de rojo?‡", se sorprende alguien en el minuto 52. El niño coge una pistola de juguete y manipula la máquina de frutos secos. "No hay dinero", le detiene su abuelo. El Elche ataca. El niño tira la pistola y se tira al suelo. Lo besa, se revuelca y gatea. "¿Quieres un chupete?".

"¡Árbitro, la hora!". El niño reposa en brazos de su abuelo, en la primera fila. Gol del Córdoba. Todos de pie menos el abuelo, que acaricia la cara del nieto, ya dormido. El dueño del bar cierra el puño ante la chica de amarillo, que responde con el mismo gesto. "¡Se ha hecho del Córdoba!", clama él, orgulloso. Ella, extranjera, solo asiente.

Penalti. El abuelo mece al niño. "Que no quieren que gane el Córdoba". "Pero si ha sido fallo nuestro". Gol del Elche. Este domingo, migas. "Como se echen atrás, nos empatan". Otro vino y un medio. "¡Dejad alguno para el Villarreal!".

Gol del Elche. La muchacha solitaria parece compungida. Aún le queda coca cola. El vecino del primero se va. "Siempre nos pasa igual". Silencio. Se escucha al locutor. Unos cuantos pagan. "Patético". Solo queda una fila de sillas frente al televisor. "Si no hemos ganado hoy...". La chica del jersey amarillo se despide. "Hasta otro día". "Venga, ya ganaremos". Nadie escucha las campanas de las nueve. El niño sigue dormido.