Arbitro: Risueño Romero (Sevilla). Amonestó a los locales Toscano y Bernardo; y a los visitantes Pepe Martínez, Félix y Perita.

Estadio: Ciudad Deportiva Rafael Gómez, ante unos 450 espectadores.

Dicen de los italianos que juegan a la defensiva, al catenaccio , y que su fútbol es esperar el fallo del rival, salir a la contra y buscar portería. Con esa misma estrategia transalpina se presentó ayer en Córdoba el Atlético de Ceuta. Ni una ocasión que sea digna de reseñar en un partido que de no ser por el ambientazo de la ciudad deportiva y por las intentonas cordobesistas hubiera sido aburrido.

Los de Villa controlaron el juego, pero no el tiempo, que se les escapaba entre jugadas que no se materializaban y la pérdida constante de minutos de los norteafricanos. Mane hizo las veces de Cabezas y Rafa Gálvez volvió al equipo. El Córdoba lo intentaba pero sin claras ocasiones.

Tras la reanudación seguía el control blanquiverde con llegadas más claras a la meta caballa. De una buena jugada por la banda izquierda de Dani Espejo salió un centro a las botas de Juan Guerra que falló solo ante Garrido. Javi López estrelló el cuero contra el palo, al igual que Bernardo justo antes del final.

No tuvo suerte el filial blanquiverde que, pese a todo, se mantiene en puestos de promoción, aunque las victorias del Algeciras y del Mairena le alejan del liderato. Pero bueno, aún faltan 12 jornadas.