El Lucena comienza esta tarde (18.00 horas) su andadura en la fase de ascenso a Segunda División A. Un reto desconocido pero ansiado durante toda la temporada y ganado a pulso, sin regalos de ningún tipo. Solo el enorme esfuerzo de toda la entidad ha hecho posible que llegue este día. La primera ronda comienza en Valencia. Bajo su luna, que no en ella, ha pasado la noche la expedición celeste tras un largo camino de 600 kilómetros desde tierras cordobesas. Concretamente en Manises le espera su rival, un Huracán que llega al play-off en un impresionante estado de forma después de ganar los últimos cinco partidos en el grupo tercero de Segunda B. Su racha es quizá su mayor peligro y lo ha repetido hasta la saciedad el entrador lucentino, Rafael Carrillo.

El conjunto aracelitano llega a la cita entre novatos con todos sus hombres disponibles, ya que el técnico se ha preocupado mucho de que así sea. Ni lesionados, ni sancionados. Así, los tres descartes que ha hecho Carrillo para este encuentro son por decisión técnica. Germán, Rubén Ramos y Pineda se quedan fuera de la convocatoria. La principal novedad en el once será el portero Vargas, ya recuperado totalmente de la lesión que le ha dejado fuera del equipo en los últimos dos choques.

Se esperan cambios a nivel táctico en la alineación, no tanto de nombres, debido a las pequeñas dimensiones del terreno de juego del polideportivo municipal de Manises, cuyo terreno de juego es artificial y de caucho negro, similar al de la ciudad deportiva lucentina. De esta forma, es probable que jueguen dos hombres por delante de los centrales y no uno, como ha sido habitual durante toda la campaña.

El Huracán, por su parte, ha anunciado que el estadio presentará un lleno con 2.000 espectadores, entre los que habrá al menos medio centenar de aficionados celestes que han partido a primera hora de hoy hacia Valencia. En lo deportivo, Willian sigue lesionado y tampoco se espera que juegue Powel, su jugador más conocido, que sigue en bajo estado de forma.