No sin Ronaldo. La presencia del jugador portugués es innegociable para Mourinho. Da igual que llegue justo tras su lesión ante el Málaga del pasado 3 de marzo. En el Real Madrid jugarán Cristiano Ronaldo y 10 más. Lo contrario sería una sorpresa mayúscula o una recaída de última hora. Mientras, el Lyón está convencido de sus fuerzas y confía en asaltar el Bernabéu para volver a dejar a los blancos en la cuneta, tal como ya hizo la pasada temporada.

Ni haber recortado dos puntos al Barcelona desvía al Madrid del compromiso más importante del año. Los seguidores blancos aguantan la respiración. La cita de mañana está marcada en rojo en la agenda del club blanco y de Mourinho. El Madrid no puede fallar. Está obligado a meterse entre los ocho mejores de Europa si no quiere ver cómo su prestigio vuelve a desplomarse tras seis años sin pasar de octavos.

Para llevar a cabo esa misión, Mourinho cuenta con Cristiano Ronaldo sí o sí. El jugador ha intensificado su trabajo de recuperación haciendo horas extras. Ante el Málaga sufrió un problema muscular en el bíceps femoral izquierdo. El tiempo de recuperación se estimó entre 10 y 15 días. El miércoles se cumplirán 13. En el ensayo de ayer, a puerta cerrada, el portugués se ejercitó junto a sus compañeros con normalidad.

Su presencia ante el Lyón romperá la dupla ofensiva compuesta por Adebayor y Benzema, que ha dado buen resultado en los dos encuentros en los que no ha estado Ronaldo: Racing y Hércules. El delantero francés tiene todas las papeletas para ser titular en detrimento de Adebayor debido a sus buenas actuaciones, algo a lo que no le da excesiva importancia. "Lo que ocurre es que he vuelto a encontrarme conmigo mismo, a encontrar mi verdadero nivel. Trabajo muchísimo en los entrenamientos y se notan los resultados durante los partidos. Estoy en un buen momento de mi carrera y sé que tengo que aprovecharlo", dijo.

OPTIMISMO FRANCES El Madrid realizará hoy la última sesión antes de choque de mañana. Previamente, Mourinho ofrecerá una rueda de prensa a las 14.45 horas, y el equipo se ejercitará a las 15.30 horas. Posteriormente, el Lyón se entrenará en el Santiago Bernabéu.

Pjanic, el jugador que marcó el tanto que dejó en la cuneta a los blancos la pasada temporada, está convencido de poder repetir la gesta. "Vamos a Madrid para marcar y pasar a cuartos porque tenemos calidad para eso. Debemos aguantar los primeros minutos porque yo no creo que ellos salgan a defender el 1-1 de la ida. El Madrid es un equipo que compite", declaró el centrocampista bosnio.

El encuentro será dirigido por el colegiado esloveno Damir Skomina, que ya arbitró en el Bernabéu el choque entre el Madrid y el Ajax de la fase de grupos (2-0). Su profesión es mánager de turismo.