El Córdoba ya no está cogido "con pinzas"

En cualquier lectura que se haga del Córdoba del verano del 2010 con respecto al del 2009, el actual siempre sale ganando. Y dos conceptos fundamentales sobresalen de los demás cuando se pone uno frente al otro: polivalencia y calidad. El verano del 2009 fue casi dramático en lo que se refiere al primero, la polivalencia. Mientras Lucas Alcaraz clamaba en el desierto pidiendo futbolistas polivalentes, la realidad de la competición le llevó a emplear a Javi Flores por la derecha (en primera instancia) e incluso a David Pérez Arteaga. Mikel Dañobeitia no resultó y el técnico blanquiverde se vio obligado a tirar de José Vega. Las bandas, con la excepción del siete sevillano, apenas funcionaron. Jonathan Sesma y Callejón dan unas alternativas por las bandas de las que se carecía completamente. En la medular tampoco la cosa fue mucho mejor. Las intermitencias de Jorge Luque se solapaban con el despunte de Jesús Rueda, futbolista del que, curiosamente, nadie se ha acordado este verano tras ver las adquisiciones realizadas por el club en los nombres de Usero, Beobide y Alberto Aguilar.

Para hablar de alternativas por la izquierda se fichó entonces a Caballero como central-lateral izquierdo y... Ni una cosa ni la otra. Agus regresó al centro de la defensa y se hubo de inventar a Fuentes. Y en cuanto a la delantera, simplemente, surgió don José Díaz Sánchez, que no partía entre los elegidos hace un año y que firmó 15 goles. Al de Almodóvar le acompañaban Asen, Juanjo o Savoia. Hoy, Iñigo Díaz de Cerio, Charles y Oriol Riera.

Por otra parte, la mejora en la calidad es evidente, así como el tener dos futbolistas por puesto. La compensación este año es notoria con respecto al Córdoba del pasado, un equipo "cogido con pinzas". El arranque, entonces, nadie lo creía. En el fútbol no siempre impera la lógica.