A rey muerto, rey puesto. La ausencia del campeón de Wimbledon Rafael Nadal no pareció afectar demasiado cuando ayer Roger Federer le sustituyó para estrenar la remozada pista central ante 15.000 espectadores que llenaron las gradas para recibir a un viejo conocido, campeón en cinco ocasiones, que pisó el césped feliz por volver a su jardín preferido y dispuesto a recuperar el título, conquistar su 15º Grand Slam y volver a ser el número uno mundial.

En tres sets (7-5, 6-3, 6-2) y una hora y 45 minutos se deshizo del taiwanés Lu Yen-Hsun (número 64º del mundo) e inició el camino hacia esa triple misión que le espera hasta el próximo 5 de julio.

±Rafa era quien merecía estar realmente aquí, pero yo me siento feliz de que me hayan elegido a mí. Jugar en este escenario el primer partido del torneo es algo único y excitante, dijo Federer tras tener el honor de ocupar la plaza que le habría correspondido a Nadal como campeón de la edición anterior si no se hubiera retirado. Pero el número uno del mundo estaba ayer muy lejos de ese mágico escenario en el que el año pasado ganó el título y jugó una final irrepetible, considerada como la mejor de la historia. Nadal prefirió no jugar el torneo al no sentirse preparado por sus problemas físicos en las rodillas. El todavía campeón de Wimbledon está en su casa de Manacor intentando olvidar el golpe más duro de su carrera deportiva y ±hacer un reset para volver con las pilas cargadas pronto, según decía Benito Pérez Barbadillo, su jefe de prensa.

El reto que afronta Federer o la posibilidad de que el escocés Andy Murray conquiste el título al fin para el tenis británico después de que Fred Perry lo ganara por última vez en 1936, han amortiguado el efecto de la baja de Nadal. Wimbledon parece haber olvidado al campeón mallorquín, aunque su imagen seguía visible en el palmarés con las fotos de los campeones del 2008 que hay en la central o en publicidad del DVD de la final del año pasado que se vende en el museo.

±Tennis needs Rafa! (el tenis te necesita) podía leerse en uno de los muchos mensajes de ánimo colgados ayer en la web oficial de Wimbledon. Una opinión compartida por todos los que se interesaban por la situación del número uno del mundo y que temen que su ausencia sea debida a algo más que sus problemas en las rodillas. Las propias declaraciones del tenista, en las que argumentaba que no se sentía preparado y que había ±tocado fondo mentalmenteO para justificar su retirada, no han pasado desapercibidas. ±Me da pena, como amigo de Rafa, que no haya podido disfrutar de un momento así, defender el título y estrenar la central como campeón. Seguro que este es el último torneo que él se querría perder pero ha llegado muy justo de fuerzas y no se ha visto preparado para competir al 100%, y él es de esos jugadores que si sale a la pista es para hacer algo importante. Si no lo ha hecho es porque está realmente mal ,valoraba Feliciano López, que ayer se despidió del torneo en su debut.

±A todos nos duele. Sabemos que los está pasando mal y espero que vuelva pronto con nosotros, decía Verdasco, que se ha convertido en el número uno de la armada española de esta edición.