El Córdoba consiguió un nuevo triunfo en El Arcángel. Pleno de puntos en lo que se lleva de temporada en casa. De los veintisiete partidos disputados, los de Escalante los han ganado todos, algo que le ha servido para marcharse de vacaciones en la segunda plaza, empatados a puntos con el primero, el Sevilla Atlético.
Pero a otra cosa a la que los blanquiverdes parecen haberse abonado es a hacer sufrir a la afición. Como ocurriera ante el Mérida, ayer consiguió el tanto que deshacía el empate cuando se cumplía el primer minuto de descuento. Fue el premio a la insistencia y a la apuesta por la victoria. Mientras que el Marbella pareció conformarse con el empate, el Córdoba no cejó en su empeño y al final recogió el premio a la constancia y, también, a la habilidad de un hombre que esta semana no ha estado muy afortunado, pero que habló en el campo, el medio en el que mejor se desenvuelve y en el que demuestra ser uno de los mejores de la categoría.
Lo importante, además de los tres puntos, es que el Córdoba sigue invicto en casa, un hecho que en la segunda vuelta puede ser definitivo para que los rivales no lleguen con muchas alegrías.
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