Que en el fUtbol no hay enemigo pequeño es tan real como demostrable. Y si no que se lo pregunten al Córdoba. El Díter Zafra, último clasificado y que ayer certificó su descenso a Tercera División, dio una buena imagen y durante muchos momentos puso a los blanquiverdes contra las cuerdas.

Eso sí, ayudado por un colegiado que parece tenérsela jurada a los cordobeses. Se la lio al Villanueva contra el Baza y repitió su nefasta actuación con el Córdoba. Expulsó a Esteban por un simple forcejeo con un jugador rival, cuando sabía que cinco minutos antes le había sacado una tarjeta amarilla, y llevó a cabo una actuación que superaba la provocación, con constantes decisiones que casi siempre eran para perjudicar a la escuadra de Escalante.

Con los tres puntos, el Córdoba sigue soñando con alcanzar al Sevilla B en su lucha por la cuarta plaza. Una tarea difícil porque los sevillistas no fallan a pesar de que varios de sus jugadores más valiosos no están jugando por haberlos pasado Juande Ramos al primer equipo.

Restan doce puntos. La diferencia es de cinco. El Córdoba no puede fallar y esperar dos tropiezos de los sevillistas.

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