REPORTAJE

Pianos en las calles de Córdoba: dejad que todos se acerquen y nos toquen

La Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno y María Canalls han instalado este viernes pianos en Las Tendillas, Bulevar Gran Capitán y calle Cruz Conde que estarán a disposición de cualquier ciudadano todo el día hasta las 19 horas

Concierto de piano en la Plaza de las Tendillas de Córdoba, este viernes.

Concierto de piano en la Plaza de las Tendillas de Córdoba, este viernes. / VÍCTOR CASTRO

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Córdoba celebra este viernes uno de los días grandes del piano, un instrumento que está muy presente en la ciudad, cuna del gran maestro Rafael Orozco, en cuyo nombre se creó un festival con años de trayectoria, pero que de la mano de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno, en colaboración con María Canalls de Barcelona, rompe cualquier frontera para acercarse a todo el mundo. Después de su paso por la provincia, la capital disfrutará hasta las 19 horas de una jornada de puertas abiertas a las cuerdas de un instrumento tan majestuoso como evocador, que con esta actividad pretende romper los prejuicios y estereotipos que le ligan a un mundo elitista y no apto para todos los públicos.

Raquel Santos y Jordi Vivancos, en nombre de las dos instituciones implicadas, han insistido en que el objetivo de Pianos en la calle es "fomentar la práctica musical a través de este instrumento, que la gente pueda escucharlo en directo, pero también reivindicar que cualquier persona puede llegar a tocarlo, con la intención de romper las barreras, a menudo culturales y mentales, que lo vinculan a un ámbito más exclusivo y poco accesible". En Córdoba, desde primera hora, está atrayendo a estudiantes, alumnado del Conservatorio de Música y viandantes que, animados por el pianista que actúa como dinamizador, se paran a escuchar y a sentarse para probar cómo suena, sentirlo o escuchar las vibraciones que produce al emitir las melodías.

Un espontáneo se anima a tocar en el piano de Las Tendillas.

Un espontáneo se anima a tocar en el piano de Las Tendillas. / Víctor Castro

"En los pueblos, como es una actividad que se repite, la gente se está acostumbrando a que hay un día al año un piano en la plaza", comenta Vivancos, "lo más habitual son las caras de sorpresa, luego piensan que está ahí para un concierto y cuando los invitamos a tocar, se lo piensan porque no saben o si alguna vez han practicado, no lo han hecho en mucho tiempo". En un día soleado como hoy, el piano es todo un espectáculo, esmaltado y brillante, es el foco de atención de todas las miradas y si además, te dicen que lo puedes tocar... Para muchos cordobeses, es la primera vez que ven un piano de cola en directo. "Este piano (el instalado en Las Tendillas) es un gran cola, el Ferrari de los pianos, que cuesta nuevo unos 150.000 euros y que habitualmente se alquila solo para conciertos".

Público concentrado en torno a 'Pianos en la calle'.

Público concentrado en torno a 'Pianos en la calle'. / Víctor Castro

Un niño, rodeado de otros niños, interpreta un tema en el gran piano de cola de Las Tendillas.

Un niño, rodeado de otros niños, interpreta un tema en el gran piano de cola de Las Tendillas. / Víctor Castro

Los niños son los más atrevidos y cuando ven un piano, se acercan corriendo a tocarlo sin ningún tipo de prejuicio. "Luego ves a las mamás advertirles de que no lo toquen porque lo pueden estropear y es cuando les decimos que no, que los pianos quieren ser tocados". En este día, no hay programado nada, todo lo que ocurre es espontáneo, por eso no se sabe lo que va a sonar, porque cada uno se anima con lo que quiere. Y hay sorpresas como la de un niño de diez años que esta mañana ha faltado a clase para tocar el piano en Las Tendillas y se ha lanzado tocando y cantando el Bohemian Rhapsody de Queen. "En uno de los pueblos tuvimos a una señora de 80 años que tocaba de joven y no había vuelto a tocar el piano y en Hinojosa, a un señor de 101 que acudió a la plaza en silla de ruedas para tocar un piano de cola por primera vez en la vida".

Seguramente, de todos los instrumentos, "el piano es el que más simboliza la sacralización, el concepto elitista de la música y ponerlo en medio de la plaza sin tarima, sin alfombras e invitar a la gente, lanza un mensaje de que tú también puedes tocar el piano". Ya lo saben, no se queden con las ganas.