REPORTAJE

Córdoba saca nota en accesibilidad a la cultura y al ocio

La ciudad es una de las capitales que destacan en la manera de abordar que todos sus habitantes disfruten del arte en igualdad

Espacio reservado. Lugar habilitado en un evento en El Arenal.

Espacio reservado. Lugar habilitado en un evento en El Arenal. / MANUEL MURILLO

Conseguir una ciudad que permita que todos sus habitantes, tengan o no algún tipo de discapacidad, puedan participar de la vida que les rodea es uno de los grandes retos actuales. Y Córdoba es una de esas capitales que se ha propuesto que todos los ciudadanos disfruten en igualdad de los espacios urbanos, las instalaciones públicas y, cómo no, de los equipamientos culturales y de ocio. Y en este último aspecto, Córdoba, que goza de varios galardones internacionales que han premiado en los últimos años su accesibilidad, ya ha logrado muchos avances que permiten, por ejemplo, que una persona con movilidad reducida no tenga que sentarse en lugares sin apenas visión en un teatro o cualquier otra instalación pública de ocio para disfrutar de una actuación, como ha sucedido a la pequeña SuperLu, una niña con movilidad reducida que ha denunciado la injusticia sufrida en un concierto de la cantante Aitana en El Sardinero al colocarla en la última fila sin ningún tipo de plataforma que le permitiera ver el escenario.

Museo Romero de Torres 8 Presentación de medidas de mejora de accesibilidad.

Espacio reservado. Lugar habilitado en un evento en El Arenal. / MANUEL MURILLO

La pasada semana, la Delegación de Inclusión y Accesibilidad del Ayuntamiento de Córdoba dio un paso más en esta aspiración con la licitación del contrato para redactar el que será el primer Plan de Accesibilidad Universal con el que cuenta la ciudad y que ya se encuentra en la Plataforma de Contratación del Estado para el inicio de la recepción de ofertas por parte de las empresas interesadas. En este proyecto se considera que este plan de accesibilidad deberá contemplar el desarrollo de un conjunto de políticas de accesibilidad universal, que no sólo debe centrarse en cuestiones como la supresión de barreras arquitectónicas, sino diseñar estrategias también para discapacidad cognitiva y sensorial.

Una persona con movilidad reducida, en el Gran Teatro.

Museo Romero de Torres. Presentación de medidas de mejora de accesibilidad. / MANUEL MURILLO

Las reformas para lograr una ciudad accesible a nivel cultural y de ocio no dependen siempre de los recursos económicos ni son imposibles en aras de conservar el patrimonio histórico. Hay muchas pequeñas medidas que favorecen esta accesibilidad que ya se están llevando a cabo desde el Ayuntamiento de Córdoba y que los colectivos de discapacitados aplauden, «aunque queda mucho por hacer», dicen.

Cambios en los teatros

También para los responsables municipales esta tarea está incompleta y son muchos los avances que quedan por introducir en busca de esa accesibilidad universal, pero «no vamos a dejar de dar pasos hasta conseguirla», señala Bernardo Jordano, teniente de alcalde de Movilidad e Inclusión en el Consistorio cordobés, desde donde se recomiendan estas prácticas a todos los organismos municipales, como el Instituto Municipal de las Artes Escénicas, cuyos equipamientos poseen ya un alto grado de accesibilidad, no solo para las personas con movilidad reducida.

En esta apuesta, el Gran Teatro reabrió sus puertas tras meses de reforma en 2018 con una serie de cambios, entre ellos hacer accesible la entrada al patio de butacas, donde habilitaron espacios para personas en sillas de ruedas (incluso usando la zona multifuncional que cubre el foso de la orquesta en determinados espectáculos), un ascensor que permite acceder a personas con movilidad reducida a todos los palcos y plateas, la ampliación de las puertas para entrar en ellos o nuevas indicaciones para discapacitados visuales y placas indicativas de emergencias. También el Teatro de la Axerquía dispone de dos hileras distintas de espacios para movilidad reducida, además de los aseos adaptados, y lo mismo sucede en el Góngora, que goza de tres hileras para personas con movilidad reducida en su sala principal, aunque «muchas veces la normativa de accesibilidad choca con la de seguridad y prevención de riesgos, lo que obliga a tener a estas personas cerca de la salida de emergencia», prosigue el delegado. En cuanto al Alcázar de los Reyes Cristianos, tras las obras que se están llevando a cabo en el monumento y según la información que maneja Jordano, se alcanzará el 85% de accesibilidad.

Premios y reconocimientos

Entre los reconocimientos más recientes que ha logrado Córdoba en este aspecto figuran el segundo Premio Access City Awards 2023, que otorga la Comisión Europea, el que concede el Cermi Estatal a la mejor acción local o autonómica, y el 11 de abril se recogerá el galardón denominado Por las Personas que otorga Famsi (Fondo Andaluz de los Municipios por la sostenibilidad y cooperación internacional).

«Lo que nos han premiado es el enfoque, la manera de abordar el mundo de la discapacidad, subrayando ese concepto de accesibilidad universal. No está a la perfección, ni mucho menos, pero sabemos a dónde dirigirnos», señala Jordano. En este enfoque al que se refiere el delegado, uno de los grandes pilares son los colectivos de la discapacidad de la ciudad, «que son los que nos ayudan a detectar los problemas que existen en perfiles concretos», lo que «nos lleva a la accesibilidad universal que sobrepasa el problema de las barreras arquitectónicas».

En este sentido, Jordano pone de ejemplo el problema de las personas ostomizadas, que necesitan un aseo adaptado «que no cuesta ni 3.000 euros» y en Córdoba hasta hace muy poco tiempo solo existían en los hospitales. Otro de los galardones que premian estas acciones en Córdoba ha llegado desde el ámbito cultural y ha sido el accésit de la Fundación Caja Rural del Sur de Ricardo López Crespo a la difusión del patrimonio cultural y artístico de la provincia por las reformas llevadas a cabo en el Museo Julio Romero de Torres.

En el Museo Julio Romero de Torres

En este centro de arte, gracias a las nuevas tecnologías, las personas invidentes tienen a su disposición, a la entrada del museo, un plano táctil con el que pueden localizar toda la geografía del casco histórico, además del plano del propio museo, distribuido por plantas, accesos y ascensores para que puedan moverse por él autónomamente. Por otro lado, se han elegido diez de los cuadros más emblemáticos del artista para llevarlos a láminas en relieve con el objetivo de que se puedan ver con los dedos las distintas formas del lienzo, además de obtener toda la información de la obra en código braille en el reverso de esa cartulina.

Además, a través del código Navilens, mucho más sensible que un QR, y mediante el teléfono móvil, todos los usuarios pueden obtener información histórica de los cuadros tanto de forma escrita, como locutada o en lenguaje de signos, lo que lo hace práctico para todo tipo de usuario. Por su parte, las personas con discapacidad auditiva disponen de un bucle magnético con información, un sistema emisor que llega a su propio audífono, que también se puso en práctica en el espectáculo navideño de Cruz Conde.

«Lo que está pendiente es la adaptación a la lectura fácil, que se traduce en un texto con un tipo de letra claro y nítido huyendo de sinónimos, lo que llega no solo a personas con discapacidad, sino a un perfil bajo de estudios o a mayores», continúa Jordano, que asegura que el ejemplo del Romero de Torres «nos sirve para todos los espacios».

Además de los equipamientos culturales, el Ayuntamiento también busca la accesibilidad en eventos como los Patios, donde cinco de ellos son completamente accesibles y este año también se disfrutará de una ruta, la de San Basilio, en estas condiciones, o la Feria, donde se vuelcan todos los recursos posibles para que estas personas puedan disfrutar de la fiesta como todos los demás, algo que también se ha previsto en la carrera oficial de Semana Santa.

Nuevos recursos

Entre las nuevas medidas, muy pronto el Ayuntamiento pondrá a disposición de los usuarios un nuevo recurso, la mochila vibratoria, que permitirá a las personas sordas disfrutar de espectáculos musicales, una nueva aplicación que «hemos validado con los colectivos», porque «hay que tener en mente todas las necesidades posibles para solucionarlas», continúa el delegado.

Pero si hay algo de lo que se siente especialmente contento Jordano es del proyecto de accesibilidad desarrollado en la Ciudad de los Niños, que ha abierto sus puertas con unas instalaciones de las que podrán disfrutar todos los pequeños sin depender de sus capacidades, mientras que el zoológico también cuenta de numerosos recursos de adaptación. «Todos los espacios municipales tienen su plan de accesibilidad, que se irá llevando a cabo porque es algo obligatorio», subraya Jordano, que también habla las zonas verdes de la ciudad, como el Patriarca, donde se puede entrar con silla de ruedas sin ningún problema e, incluso, hay mobiliario urbano adaptado a la movilidad reducida o rutas seguras para personas ciegas con distintos recursos. Por último, Jordano destaca la «receptividad» de Córdoba hacia la accesibilidad, «una sensibilidad lo tenemos que aprovechar».

Más allá de los equipamientos municipales, excepto el Museo de Bellas Artes, el resto de centros de arte que gestiona la Junta de Andalucía -Museo Arqueológico, el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), el Teatro Cómico, la Filmoteca de Andalucía o la nueva Biblioteca del Estado- también gozan de medidas para que su visita sea lo más accesible posible, porque «¿quién no va a querer una Córdoba de la que disfruten todos?», se pregunta Jordano, que insiste en que «hay mucho por hacer y en esto vamos todos de la mano y por buen camino».

El ocio nocturno y las salas de cine, asignaturas pendientes

Los colectivos valoran muy positivamente los avances en accesibilidad y el trabajo que se realiza desde el Ayuntamiento, aunque hay aspectos en los que se pide «un esfuerzo más». Desde Aspacys, su presidenta, Rafaela Chounavelle, demanda algunas acciones como tener más plazas de aparcamientos para movilidad reducida en la Feria, lo que «se puede resolver». Por otro lado, para Chounavelle también es importante esta adaptación en el ocio nocturno, donde «no se cumplen todas las directrices», además de las salas de cines, en los que solo se salvan los Axion, a juicio de la presidente de Aspacys.   

En cuanto a los teatros, reconoce que la normativa obliga a que los espacios destinados a las personas con movilidad reducida se coloquen en lugares cercanos a las salidas de emergencia, lo que en muchos casos obliga a estar en la última fila, aunque siempre en con una buena visión, lo que también sucede en los grandes conciertos de la plaza de toros, donde se colocan sobre una plataforma. «Hay que conciliar el disfrute con la seguridad», asegura Chounavelle, que ahora trabaja en implementar esta sensibilidad en Flora.

Por su parte, el técnico de rehabilitación de la ONCE Francisco Laguna considera que «siempre se puede mejorar», pero «es cierto que los avances en accesibilidad han sido importantes». En el aspecto cultural, Laguna destaca las adaptaciones del Gran Teatro y el Museo Julio Romero de Torres, que ha cambiado completamente la visita a para estos colectivos. El técnico de la ONCE alienta a «dar cursos de formación al personal que trabaja en estos centros culturales para que sepan cómo actuar con estas personas, lo que se ha hecho en Medina Azahara». 

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