El Museo de Julio Romero de Torres cuenta desde este jueves con el Retrato de Rafael Romero, protagonizado por el hijo del pintor cordobés, que el Ayuntamiento ha adquirido a un particular mediante subasta por un precio total de 47.500 euros y tras "un intenso trabajo de negociación con los compradores desde el pasado octubre", ha declarado el responsable de los Museos Municipales de Córdoba, Enrique Ortega.
Ortega ha definido la adquisición del cuadro de "bombazo" e "hito histórico", ya que se trata de la primera obra nueva que recibe el Museo de Julio Romero en 20 años. En concreto, el Retrato de Rafael Romero corresponde a un trabajo de estudio de 1917, de pequeño formato, para la obra Malagueña que el pintor de La Musa Gitana regaló a un amigo estadounidense en 1920. Precisamente, en la pintura se observa la dedicatoria que el artista dirigió al destinatario. Más de cien años después y, tras haber viajado por América y Europa, el cuadro regresa a su lugar de origen para completar la iconografía de la familia Romero de Torres.
La adquisición se ha llevado a cabo mediante la casa Setdart después de que la delegación de Cultura "tuviese conocimiento de la subasta y decidiera seguir rescatando los fondos de Julio Romero", según ha aclarado la delegada Marian Aguilar. Un compromiso con el patrimonio de los cordobeses que, según Enrique Ortega, seguirán tratando de recuperar pese a que los fondos "son más limitados" que los de los compradores habituales.
"La adquisición es especialmente singular, ya que se trata de uno de los escasos retratos masculinos que podemos encontrar de mano del pintor cordobés y el trabajo en el que proyecta por primera vez el rostro de su propio hijo", ha añadido la delegada de Cultura, quien ha aludido al carácter "internacional" de la obra del pintor dado el origen de este retrato.
Según Enrique Ortega los museos municipales salieron "reforzados de la pandemia" y con la "intención de ser rompedores en la sociedad". Muestra de ello es según Ortega la recuperación de este patrimonio cordobés que tratarán de continuar reuniendo.
El momento de desembalar el cuadro
En la planta de arriba del Museo se ha creado gran expectación entre la prensa y los visitantes, muchos de los cuales no han tardado en agruparse en torno a la caja de madera que contenía el retrato de Rafael Romero Pellicer. En silencio y en lo que el responsable de los Museos Municipales ha calificado de "momento litúrgico para disfrutar", la obra enmarcada ha salido de su coraza y, con gran cuidado, ha sido colocada en un caballete para admiración de los presentes.
Esta "significativa llegada de alguien a su casa", en palabras de Ortega, ha coincidido con el Día Internacional de los Museos , lo que ha dotado de mayor significado al momento ya que los visitantes podrán sumar a sus actividades la contemplación de una obra jamás expuesta en el edificio.
Con esto queremos demostrar que los museos tienen poder para el disfrute, porque los museos son espacios creados para disfrutar, quien quiera aprender que vaya a la escuela" ha sentenciado Enrique Ortega junto a un rostro con un siglo de historia.
