El Museo de Bellas Artes de Córdoba reivindica la figura de la artista granadina Aurelia Navarro, que tuvo vinculación con Córdoba durante la última etapa de su vida y cuyos descendientes han acudido este viernes a la inauguración de esta muestra, que ha estado presidida por Mar Sánchez Estrella, secretaria general de Innovación Cultural y Museos, y recoge el universo intimista de esta pintora, “injustamente olvidada y silenciada”. Comisariada por Magdalena Illán, esta exposición llega desde el Museo Casa de los Tiros de la ciudad de la Alhambra y en ella se reúnen obras de todas las etapas de la artista, que tuvo como maestro al cordobés Tomás Muñoz Lucena. Parte de las 30 obras que componen esta exposición se conservan en las colecciones particulares de los familiares de la pintora, conformando “una muestra de los diferentes registros plásticos y expresivos que definen la sensibilidad creadora de la autora”, ha señalado Sánchez, que ha destacado que este es el primer proyecto individual de la artista que recopila obra de toda su trayectoria, desde sus comienzos, en los que compartió con Muñoz Lucena la representación de temas costumbristas, hasta conformar su propio imaginario, habitado por figuras femeninas alejadas de los estereotipos de su época.

Considerada como “la pintora de la intimidad”, la artista configura “un complejo universo de personajes femeninos que reclaman un espacio propio”, ha proseguido Sánchez, que ha explicado que las protagonistas femeninas de sus obras son mujeres de su entorno inmediato, “en soledad, recluidas en su mundo interior, lo que le permite profundizar en sus aspectos anímicos y psicológicos”.

Maestra del color

En estas obras, ha continuado la directora general de Innovación y Museos, “la autora demostró su capacidad como maestra del color, evolucionando desde una pintura de pincelada preciosista y delicada hacia una factura más expresiva de múltiples matices temáticos”. 

Por su parte, Illán ha reconocido la “satisfacción” que ha supuesto participar en este proyecto expositivo que tiene el objetivo de “reivindicar a Aurelia Navarro como una de las artistas más importantes en Andalucía, que ha permanecido oculta después de un periodo de éxito fulgurante siendo muy joven”. Han tenido que pasar casi cien años para volver a saber de ella, según ha explicado la comisaria, que ha subrayado que esta exposición viene con un discurso renovado de Granada, haciendo hincapié en su relación con Córdoba, donde falleció, y con el maestro Muñoz Lucena, construyendo un diálogo sobre la evolución de la relación con el pintor cordobés, con quien comparte sus inquietudes artísticas. La muestra recrea especialmente en su etapa de madurez, donde las protagonistas son “esas mujeres inmersas en sus pensamientos”.  

La inauguración de esta exposición ha finalizado con las palabras de Fernando Navarro, sobrino bisnieto de la autora, que ha recordado “jugar bajo los cuadros” de la artista, así como algunos encuentros con ella, a quien ha calificado como “una feminista antes de tiempo”.