Juana Francés y el arte belga serán algunos de los protagonistas de las exposiciones temporales del Museo Carmen Thyssen de Málaga durante 2022, junto a los nuevos realismos españoles de los años 20 y 30 y una muestra de grabados de Solana, Cossío y Bores. La directora artística del museo, Lourdes Moreno, recordó hoy en la presentación de la programación expositiva que Juana Francés fue la única mujer integrante del grupo El Paso, un colectivo «que aunó a algunos de los nombres más relevantes de la vanguardia española de posguerra, como Saura, Millares, Canogar, Feito o Pablo Serrano».

Se trata de una creadora «reconocida pero no lo suficientemente aceptada a nivel popular en relación al trabajo que realizó», explicó Moreno, que añadió que Francés comenzó su carrera «con un realismo bastante hierático, pero es más reconocida por su producción informalista y abstracta a partir de su afiliación a El Paso».

«Hemos decidido ofrecer una gran pincelada sobre Juana Francés, con obras que abarcarán desde el periodo informalista hasta la producción última en los años 80, cuando abandona el gusto por la materia», y para ello se ofrecerá una selección de sus obras en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA). Una de las muestras más ambiciosas del año será la dedicada a los nuevos realismos en el arte español de los años 20 y 30, con más de ochenta obras que compondrán «un gran mosaico de lo que se produjo en esa época» y que proceden de más de cincuenta prestadores públicos y privados.

«Es un periodo estudiado de manera monográfica en torno a algunos de sus grandes nombres, como Dalí, Miró, Picasso o Maruja Mallo, pero el museo ha querido que ese mosaico se amplíe a otros nombres como Benjamín Palencia, Vázquez Díaz, Gaya, Togores o Julio González, una nómina que ofrecerá un horizonte más amplio», según Moreno.

La tercera exposición se titulará Negra es la noche y presentará en la Sala Noble a tres autores que hasta ahora no se habían mostrado juntos con esta temática, como son José Gutiérrez Solana, Pancho Cossío y Francisco Bores, gracias a la colección de la Universidad de Cantabria. «Solana es uno de los autores indispensables de la España negra y creador de una iconografía singular en la que se recrea el mundo crápula de la noche, y Cossío y Bores se conocieron en París, colaboraron y ofrecen a partir de sus grabados una visión que conecta con la que había realizado Solana años antes», resaltó la directora.

La cuarta y última muestra conectará al Museo con Bélgica y Centroeuropa, «donde se cocinaron muchas cosas entre finales del siglo XIX y principios del XX», y expondrá por primera vez en España obras de la colección del Museo d’Ixelles de Bruselas. Comisariada por la directora de este museo belga, Claire Leblanc, ofrecerá piezas de nombres «muy conocidos» como Delvaux, Magritte o Ensor, pero también «de otros menos conocidos pero que están al mismo nivel de creatividad», ha avanzado Moreno.

«Es importante porque la pintura belga, por cercanía geográfica, estuvo muy conectada con París desde el primer momento, y la comunicación fue muy directa», agregó la directora.