La artista burgalesa Cristina Marín Andrés, más conocida como Kris Marand, ha sido la encargada de inmortalizar para siempre «el abrazo de Montilla» a todas las personas que visitan la ciudad a lo largo del año.

Para ello, la ganadora del concurso de pintura mural Montilla, Patrimonio Conectado, que ha promovido el Ayuntamiento de Montilla con el objetivo de visibilizar y activar el patrimonio local en torno a la calle Corredera y el centro histórico, ha contado con un lienzo de excepción para su obra: la fachada del Mercado de Abastos que da a la calle Escuelas.

Según su creadora, el mural Montilla Viva hace referencia a la parte «más íntima» de la Campiña Sur Cordobesa, «esa que nos invita a pasear entre sus calles y que nos acerca al calor de sus gentes».

La pintora, que ya ha visitado en más de una ocasión la Ciudad del Vino, destacó la «proyección positiva» que tiene un municipio «interesado por la cultura». «Montilla es una ciudad que abraza a quienes la conocen, y sus vinos se descubren como una especie de caricia con el primer trago», sostiene Kris Marand sobre algunos de los aspectos que la han inspirado para realizar su mural.

Graduada en Bellas Artes y con un Master en Artes Visuales y Educación por la Universidad de Granada, Marand se ha interesado desde hace más de una década por el «potencial transformador del arte», por lo que ha conectado sus creaciones con proyectos de ámbito social. Testigo de ello son Caravana de Color, un proyecto individual de pintura mural desarrollado en el campamento francés para refugiados de Calais o Bombearte 15, un proyecto colectivo de educación artística llevado a cabo en la capital de Honduras.

«Sus dibujos generan un refugio, un abrazo de formas redondeadas que literal y figuradamente buscan envolver a quienes las observan y que dan paso a un baño de color donde los tonos tierra y el pastel nos traen reminiscencias del hogar y la familia» destacó la concejala de Cultura, Soledad Raya, quien añadió que las creaciones de Kris Marand «no están habitadas por ilustres personajes o épicos momentos sino que, más bien, evocan figuras amables que recuerdan que son las pequeñas cosas, los instantes sencillos e íntimos, los auténticos protagonistas que llenan y dan sentido al viaje que es la vida».

A través del programa Montilla, Patrimonio Conectado, el Ayuntamiento busca dinamizar el casco histórico mediante intervenciones físicas y actividades asociadas a la cultura, como el certamen de poesía que tuvo lugar en la Plazuela de la Inmaculada o la Acción Poética en suelos y paredes del entorno del Mercado de Abastos para «contribuir al embelleciiento del centro urbano».