Una villa romana entre el Ayuntamiento y la iglesia de Petrer. Es lo que ha aflorado durante los trabajos arqueológicos que se están realizando en la plaça de Baix como paso previo a su remodelación. Los arqueólogos han fechado las estructuras romanas aparecidas en torno al siglo V, si bien la datación más exacta se concretará cuando se realice el estudio de los fragmentos de cerámica recuperados. "Si hace una semana aproximadamente hablábamos del hallazgo de una acequia de Bitrir, la población islámica fechada en torno al siglo XIII, los trabajos arqueológicos han continuado con más sorpresas, ya que debajo de ese estrato se descubrió un muro romano", ha informado el concejal de Patrimonio y Cultura, Fernando Portillo. Precisamente ha sido a raíz de la aparición de ese muro cuando se decidió ampliar la cata para determinar su verdadera extensión. "Pues bien, a día de hoy podemos decir que no solo tenemos un muro romano, sino que corresponde a varias habitaciones de una construcción aún por determinar, por lo que tenemos que seguir excavando para obtener más información", ha añadido Portillo durante su visita a las excavaciones junto a Fernando Tendero, director del Museo Arqueológico y Etnológico Dámaso Navarro de Petrer.

El muro que ha salido a la luz delimita varias dependencias y se encuentra en muy buen estado de conservación. De hecho se han encontrado las esquinas de algunas de estas dependencias. "Todo ello nos viene a corroborar que, en torno al siglo V, teníamos aquí una villa de grandes dimensiones, ya conocida desde el año 1975 por el hallazgo del mosaico de Villa Petraria", ha precisado el experto recordando que "este elemento decorativo apareció en la calle Constitución y habría pertenecido a esta villa, y lo que estamos descubriendo ahora son las dimensiones de la misma y su estado de conservación". El mosaico de Villa Petraria es, por su tamaño y relevancia, la pieza "estrella" del museo y uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana. Los dos fragmentos conservados superan los diez metros cuadrados de pavimento y formaban parte de un rico asentamiento rural creado en el siglo I d.C. que perduró hasta el siglo VI d.C. Además, en base a los fragmentos de estuco pintados en rojo que se han podido detectar, el director del museo cree que se trataría de una villa con cierta riqueza. "Tanto por los enlucidos de las paredes de las estancias como, y sobre todo, por su mosaico", apunta Tendero. De momento ya se han localizado tres estancias a las que les daría uso el propietario de la villa pero es probable que aparezcan más.

Con esta excavación Petrer quiere seguir ahondando en su pasado romano centrado en Villa Petraria, cuyo principal emblema, hasta la fecha, es el mosaico, descubierto el 11 de septiembre de 1975 cuando, al realizar unas obras en la calzada de la calle Constitución, por aquel entonces denominada 18 de julio, apareció el valioso vestigio del siglo IV-V d.C.

Hasta la fecha, además de esta construcción romana y la acequia andalusí, cabe recordar el hallazgo de los cimientos de los edificios derribados para la construcción de la actual iglesia de San Bartolomé, canalizaciones de aguas de época contemporánea, los restos de la fuente existente en la década de los años 70 del siglo pasado y el refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil, y del que se ha conseguido desenterrar el acceso principal y las escaleras. Y todo ello sepultado bajo la plaça de Baix, en el centro neurálgico del casco antiguo de Petrer.

Cuando finalicen los trabajos arqueológicos, y se conozca la importancia de los mismos, el gobierno que lidera la alcaldesa Irene Navarro deberá valorar las posibilidades técnicas y el coste que supondría conservar, e integrar, los vestigios históricos de Petrer en la remodelada plaça de Baix.