La primera noche de octubre no pasó desapercibida para los amantes de las propuestas musicales poco convencionales gracias a los paisajes sonoros que desplegaron, cada una en su estilo, Mala Rodríguez, junto a Queralt Lahoz, en los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos, y Maika Makovski en el patio de las columnas del Palacio de Viana, ambos conciertos con lleno absoluto de localidades.

Momentos Alhambra, del festival Medina Sonora, dio comienzo con el flamenco urbano de Queralt Lahoz, cuyos quejíos, junto con el ambiente aún veraniego en el Alcázar, crearon el ambiente perfecto para recibir después a la única, la irreverente, la rompedora del rap, que en realidad hace lo que le da la gana, la Mala Rodríguez, que adaptó su propuesta al formato acústico que este año pedía el festival. De una plaza de la Corredera a punto de explotar, en la edición de 2019, a un encuentro íntimo, pero igual de esperado.

La programación de esta cita ha logrado adaptarse con elegancia y un escenario acorde al movimiento que piden este tipo de propuestas, este viernes embellecidas de otro modo. Lo mismo podría decirse de la inclasificable Maika Makovski, quien navegó en el Patio de Columnas del Palacio de Viana entre el pop y el rock de los 60 y 70 y el folk y el indie americanos contemporáneos, desplazando a los presentes al rincón más apacible del mundo interior de cada uno. La compositora y presentadora del programa de Televisión Española La Hora Musa hizo alarde de su alto nivel interpretativo, de la pasión por la música que la caracteriza en fin del ciclo Eclécticas, organizado por el músico y productor Fernando Vacas. Makovski ha dejado siempre clara su intención de ir al margen de todo, salvo de su propia intuición, su criterio. Makovski y La Mala, cada una a lo suyo, para el placer de los que no encuentran su sitio entre las elecciones masivas.