El cordobés Francisco Arroyo Ceballos nació artista, de eso no cabe duda. Francis Arroyo, como mejor se le conoce, lleva ese arte, ese «carácter de artista», innato a su persona, como él mismo explica. Arroyo Ceballos describe el arte como «educabilidad», asegurando que «es necesario para el correcto desarrollo de toda persona por cuanto transmite». Su talento le precede, ya que no son pocas las modalidades artísticas que ha manejado y dominado a lo largo de su extensa carrera profesional. Desde el ámbito musical, pasando por las artes plásticas, hasta llegar a la escritura. El don de transmitir el arte a través de algo tan sencillo como las palabras. «Para mí el arte supone un pilar fundamental. Yo sin el arte no sería lo que soy», comenta sincero.

En esta ocasión, el artista multidisciplinar ha querido continuar con su versión más poética dando a luz a su último poemario, 81 poemas desmedidos +. «En 2014 decidí que iba a aunar esos libretos poéticos y salieron entonces 81 poemas desmedidos», explica el cordobés, «hace poco decidí contarlos y cuál fue mi sorpresón cuando descubrí que eran 81 poemas justos, otra vez». Sin embargo, estos versos aguardan una característica bastante peculiar, algo que los difiere del resto, y es que los poemas se llaman, precisamente, Improvisaciones, ya que han sido desarrollados en no más de veinte minutos, «salga lo que salga». 81 poemas desmedidos + trata, en esencia, acerca de la añoranza de la amada y de la importancia de rodearse de buenas amistades. «Todas mis poesías van enfocadas a la mujer, a la añoranza de la amada y, por supuesto, a la amistad. Yo he valorado mucho la amistad, soy una persona muy de amigos, pero también siempre he considerado y tengo claro que, verdaderos amigos y yo soy, sobre todo, de esos verdaderos amigos». Arroyo Ceballos prefiere contar a sus amigos con los dedos de una mano, y tiene claro que «amigos de verdad son unos pocos», es por ello que, principalmente, sus libros ya publicados van dedicados a todos esos afortunados que cuentan con su amistad.

El popular artista mantiene que «la inspiración puede venir de muy diversas formas» y que esos momentos de frustración, de cambios sociales, influyen en su obra. Pero, a pesar de que su obra «esté regida por lo social», no es otra cosa que el «sentimiento del día a día» el que influye sobre él. Con este poemario, espera reafirmar su poesía anterior, su estilo y sus líneas creativas y artísticas. Y en cuanto a la aportación que su nueva obra pueda llegar a ofrecer al lector, Francis Arroyo admite que «si pudiera reflejar en esa lectura los sentimientos que he tenido al crear esas poesías, si les puedo hacer llegar un poquito del sentimiento mío de ese momento, yo me daría por satisfecho».