CoDavid Mamet escribió un texto teatral inspirado en el caso de acoso sexual que protagonizó el todopoderoso productor Harvey Weinstein; montaje que disfrutamos el año pasado en el Gran Teatro bajo el título de Trigo sucio . Pues bien, The assistant (película escrita y dirigida por Kitty Green en 2019 y que se estrenó en Filmin el pasado 26 de febrero) podría ser considerada la cara b del mismo asunto. Si en las tablas el texto se centraba en poner permanentemente al monstruo sexual a la vista del espectador, en la película que hoy nos ocupa queda completamente fuera de campo. Nadie lo nombra, no se le ve en ningún momento. Sin embargo, los efectos de su sombra quedan tan a la vista, gracias a la magnífica interpretación de Julia Garner, que dan miedo. La actriz muestra, controlada y eficazmente, ese temor que provoca el dictatorial y caprichoso jefe, el ninguneo de unos compañeros poco condescendientes con la explotada asistente…

La película narra la presión a que es sometida una recién titulada que sueña con ser productora cinematográfica y consigue un puesto de asistente del presidente de una gran compañía audiovisual. Sus funciones van desde preparar los cafés hasta configurar la agenda y cualquier detalle que afecte a la intendencia (organizar viajes, encargar comidas, atender las insidiosas llamadas telefónicas de la celosa esposa del jefe, cambiar el papel de la fotocopiadora o colocar los botes de pastillas en el escritorio, limpiar las asquerosas manchas del sofá después de...) y, sobre todo, sin descanso y echando más horas que un reloj. La cinta describe minuciosamente una jornada laboral de esta sufrida trabajadora, con suma contención y minimalismo, desde que un coche la recoge cuando aún no ha salido el sol en la puerta de su casa, hasta que abandona la oficina en último lugar, después de que haya optado por hacer frente al gigante del sistema que la devora y descubra el precio que hay que pagar por ello.

Esta podría ser la mejor opción cinematográfica para recomendar a propósito del 8-M.