El hasta hoy presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido hacerse notar en el último bis desde la Casa Blanca. Ha indultado a unas 140 personas, entre ellas a los raperos Lil Wayne y Kodak Black. Ambas superestrellas están condenadas por temas vinculados con la posesión de armas. Algo que en Estados Unidos en muchas ocasiones va incluido en el kit para el rapero paradigmático. "¿Quién no tiene una pistola bañada en oro?" , podría haber dicho Lil Wayne al bajar de un avión privado en Miami en 2019. Allí se la encontraron durante un chequeo rutinario. No sabemos como funciona la parte privada de los aeropuertos, pero en la de los mortales no se deja pasar ni un bote de Nenuco. Ambos indultos dan una idea de qué piensa Trump en relación a la restricción de las armas.

Dwayne Carter Jr, así se llama este artista de 38 años de Nueva Orleans, se declaró culpable el mes pasado ante el juez y estaba a la espera de la sentencia. Se enfrentaba hasta a 10 años de prisión. Una pena abultada debido a que ya tenía una sentencia condenatoria previa por posesión de armas hace más de una década. Y la ley de los EEUU no permite a los exconvictos (estuvo ocho meses en una cárcel de Nueva York) poseer armas.

Ganador de cinco premios Grammy, uno por la mejor canción de rap en 2016 ('No problem'), Lil Wayne posó sonriente hace unos meses con Trump y tuvo algunas lindezas para él. Dijo públicamente que respaldaba el programa de reforma de la justicia penal y el plan económico del candidato republicano a la reelección para los afroamericanos. Ahora las lindezas le vuelven a él. En la nota de la Casa Blanca sobre los indultos destacan su "buen corazón" y su generosidad -ha donado a hospitales, organizaciones benéficas, banco de alimentos...-. También le aplauden por ser un "game changer", un cambiador del juego (musical), un elogio nada despreciable en el rap.

Y lo cierto es que, enredado muchas veces con la justicia, también con las drogas y el alcohol, es un personaje muy relevante del hip-hop estadounidense en las últimas dos décadas. Su carrera prematurísima -e hiperproductiva- despegó en 1999 con el álbum 'The Block is Hot'. Y su figura fue creciendo con la serie de álbums 'The Carter', 'The Carter II' y 'The Carter III' durante la década de los 2000 (en 2011 llegó 'The Carter IV', en 2018, 'The Carter V').

Por su parte, Kodak Black, mucho más joven (23 años), es uno de los nombres más presentes en la nueva hornada de raperos estadounidenses. Actualmente, Bill Kahan Kapri (nombre real), está en una cárcel estadounidense. Los problemas con la justicia no le son nuevos. Siendo menor ya tuvo varios episodios por los que fue detenido: robos, agresiones, posesión de armas... La condena que hasta hoy cumplía era porque se le halló una pistola en un control en la frontera con Canadá. Arma que compró falsificando papeles. Un agravante. Se le detuvo de camino al festival Rolling Loud de Miami en 2019. Kodak Black reconoció todo esto en agosto de ese año y cumplía una condena de 46 meses de cárcel, de la que ya iba por la mitad. Desde prisión lanzó en 2020 su último disco 'Bill Israel'.

La Casa Blanca justifica el perdón para Kodak Black, de Pompano Beach (Florida), por ser un destacado "líder comunitario". De hecho, este indulto había sido apoyado por líderes religiosos, así como compañeros del gremio y estrellas de fútbol americano, como Lamar Jackson, que, por cierto, luce el mismo peinado que el rapero. La Casa Blanca apunta en la nota que "antes y después" de su condena había realizado numerosos "esfuerzos caritativos", muchos de ellos destinados a la educación.