Desde que los avances tecnológicos e internet entraron en nuestra sociedad ha cambiado el modo de entender el mundo y desenvolverse en él. Todo ha evolucionado hacia nuevas fórmulas que han afectado no solo al día a día de las personas, sino también a las rutinas de las empresas. Y con esto tiene mucho que ver el cierre del emblemático Studio Jiménez, un establecimiento que ha trascendido el mundo de la fotografía, convirtiéndose desde 1971 en un referente cultural de la ciudad gracias a la pequeña galería situada en su planta superior y al amor por las artes de Pepe Jiménez, su fundador, una labor que han continuado hasta ahora sus hijos José María y Jesús.

«El negocio de la fotografía ha bajado mucho debido al formato digital y nos hemos tenido que actualizar, adaptar a los tiempos, trabajando a través de internet, y es así como estamos funcionado ahora», explica José María, que también señala como motivo del cierre del establecimiento el hecho de que se haya cumplido el contrato de renta antigua, lo que complica mantener el negocio, que ya «no es viable».

Este estudio fotográfico lleva en la esquina de la calle Foro Romano (antigua Cruz Conde) y la avenida Ronda de los Tejares, uno de los lugares más transitados de la ciudad, desde 1971, aunque Pepe Jiménez instaló el negocio veinte años antes en la avenida de Gran Capitán. «Fue una tienda que tuvo como arquitecto a Rafael de la Hoz y cuyo mobiliario realizó Jorge Oteiza, miembro del colectivo artístico Equipo 57», recuerda José María, que habla de su padre como «una persona que siempre estuvo relacionada con escultores, pintores, poetas, escritores…», un mundo que siempre trasladó a su negocio este fotógrafo, que también fue cámara del NODO.

Cuando el establecimiento se trasladó a la ubicación en la que ha estado los últimos cincuenta años, Pepe Jiménez creó una pequeña galería de arte en la planta superior que denominó Studio 52 Juan Bernier, donde han colgado sus obras artistas de la talla de Pedro Bueno, Miguel del Moral, Rafael Botí, José López Obrero, Francisco Aguilera Amate, Aurelio Teno, Antonio Bujalance, Antonio Povedano, Hisae Yanase y Rita Rutkowski, entre otros muchos.

Cine y otras artes

Esta tienda de fotografía también ha estado muy relacionada con el cine, no en vano Pepe Jiménez fue uno de los fundadores, junto a Rafael Mir y Joaquín Martínez Bjorkman, del cine club del Círculo de la Amistad, que este año ha retomado la iniciativa. «Josefina Molina y Carlos Saura fueron algunos de los que fueron allí a ver películas, tras las que siempre había un interesante coloquio», continúa recordando el hijo de Pepe Jiménez.

Pese a estar rodeado de tanta actividad artística y creadora, la fotografía ha centrado la labor de este establecimiento, que, precisamente, se inauguró con una exposición de imágenes del propio Pepe Jiménez, y también han colgado su obra fotógrafos como Tony Killer.

«Sentimos un gran vacío», dice José María refieriéndose a él y a su hermano, ante el cierre de su estudio fotográfico, un hecho que si su padre hubiera vivido «se hubiera muerto otra vez» porque «este estudio guarda cincuenta años de cultura de la ciudad».

Ahora, después de un tiempo adaptándose a los nuevos retos de esta sociedad, los dos hermanos pretenden dar clases de fotografía y pintura, para lo que están orientando un nuevo negocio. «Al mal tiempo buena cara», continúa José María, que asegura que también trabajarán en el enorme archivo fotográfico y pictórico que ha ido acumulando a lo largo de los años este estudio fotográfico, que se echará de menos en la ciudad.